"Mi vida fue un sacrificio allá por las tres quebradas, contemplando el cielo azul, esperando la mañana, con el trinar de las aves y el croar de las ranas. Mi vida fue un sacrificio, perdido en esas montañas. Soy un pastor jachallero, pastor de una larga fama. No sabía leer, me crié entre unas ramas de un corral que trascendía a burro, ovejas y cabras, para mitigar las penas, pitaba cigarro ‘e chala. Soy un pastor jachallero, pastor de una larga fama, no sé si tenía nombre, el muchacho me llamaban", pintan las estrofas de Don Benito Virgilio Luna, uno de los "decidores" del pago jachallero que el Ministerio de Turismo y Cultura rescató de la cotidianeidad, para volcar su legado en un libro, con la idea de conservar su obra como patrimonio cultural de la provincia. "Al rescate del último decidor: Benito Virgilio Luna", ofrece (de la mano del escritor Álvaro Olmedo) poesías contextualizadas. Primero de una trilogía, este trabajo que el año pasado llegó a la Feria Internacional del Libro, será presentado por autoridades provinciales y departamentales hoy a las 10.30 en la Casa del Bicentenario de Jáchal, departamento donde vivió y que aún llora su muerte, ocurrida la semana pasada.

"Lo conocimos junto a otro decidor también ya fallecido, en el cierre de una edición de la Fiesta de la Trilla, que se hacía en el departamento. Recitaba versos, muchos de los cuales no estaban escritos, pasaban oralmente de generación en generación. Y ahí decidimos que había que hacer algo con eso, para que no se perdiera. Entonces se editó el libro y se digitalizó material, que ya es parte del acervo cultural de Jáchal y de San Juan", expresó Dante Elizondo, al frente de la cartera que supo impulsar aquella Fiesta departamental (hoy ausente) que recreaba esta actividad de alto valor productivo y cultural, cuyo rasgo sobresaliente era la cooperación y camaradería entre los pobladores.