Jóvenes y adultos que transitaban por el microcentro embutidos en sus actividades cotidianas, en trámites y corridas de siempre le pusieron pausa a su rutina deteniendóse en el Cruce de las Peatonales. Allí, formaron un círculo para escuchar gustosamente el sonido rugiente de guitarras cuyanas, que ayer sobre el mediodía decoraron la presentación oficial de la Fiesta de la Tradición jachallera. En un clima de tonada, rancho y tradición que ya empieza a respirarse, las autoridades de Cultura del departamento montaron un mini show musical en la intersección de Rivadavia y Tucumán. Laura Castro, Los Lucero y el Chango Huaqueño ofrecieron un recital a pleno sol, ejecutando las obras populares del cancionero sanjuanino. Como preludio de lo que sucederá en Jáchal desde el próximo viernes y hasta el domingo 20 de noviembre (en las noches centrales y las actividades paralelas), los intérpretes jachalleros compartieron unas entretenidas serenatas con el público en el corazón de la ciudad. La Paisana Mayor Stella Marys de Miguel y sus escoltas, por su parte, no dejaron de regalar sonrisas a niños y grandes, repartir folletos del festival y tomarse fotografías junto a los artistas y el público. En tanto, varios espectadores anónimos no se guardaron las ganas y se animaron a bailar con ellas. Luego del número de Castro, el Chango Huaqueño tomó la posta e interpretó canciones de Buenaventura Luna y algunos gatos. Finalmente, todo el grupo entonó Vallecito de Huaco, que logró emocionar a varios adultos mayores que, sin olvidar la letra, tarareaban el famoso recitado que escribió Eusebio Dojorti. Ahí nomás, uno de ellos sacó el celular, llamó a un pariente y levantó el aparato para hacerle escuchar la canción en boca del Chango.
"Era mi cuñado, el es jachallero y hace 40 años fue a vivir a Río Negro, cuando lo escuchó, lloró todo", dijo el hombre. Por la peatonal también rondaron algunos turistas curiosos con acento netamente extranjero que no pararon de sacar fotos y preguntar "¿Dónde queda Jáchal?".

