"Estamos todos de pie, sin tu presencia, el campo ya no es el mismo. Pero citando a tu padre, que decía que tu sueño era morir en Jesús María, seguimos como él pide y honramos y veneramos el dolor y tanto coraje (…) Para vos Alfredo, este aplauso de todos los que esta noche te honramos (…)". Con estas palabras -a cargo del locutor oficial-, un breve responso y el toque del clarín; y en medio de lágrimas y flores que sus compañeros regaron en el campo; abrió anoche la séptima jornada del Festival Nacional de Doma y Folclore de Jesús María, una velada tan atípica como histórica, ya que -teñida de tristeza y aún conmoción- sólo se limitó a los espectáculos folclóricos (Néstor Garnica tuvo la dura tarea de romper el silencio) y no hubo doma. En su lugar, el campo recibió demostraciones de destreza criolla y carreras de sulky. Esa decisión se tomó ayer entre autoridades y delegados provinciales, luego que el miércoles pasado, por primera vez en los 45 años de este encuentro telúrico, falleciera el jinete Alfredo Espíndola, tras ser aplastado por un caballo antes de comenzar su performance. En el marco del luto, también se ofició una misa en el anfiteatro en memoria del domador -cuyos restos eran anoche trasladados a su provincia, Misiones- y también se colocará una placa en el monumento al jinete (al ingreso de Jesús María).

Tras la tragedia ocurrida anteayer y la suspensión de anoche, la doma se retomará hoy, aunque sin la delegación misionera, que ayer hizo acto de presencia, visiblemente conmovida.

La noche trágica

La fatalidad sucedió el miércoles pasado, cuando Alfredo Espíndola -jinete misionero de 23 años que participaba en la categoría gurupa surera y que era suplente de la delegación (reemplazó a Juan Carlos Bilbao, que tuvo un pequeño accidente)- fue aplastado por el caballo El Doradillo (de la tropilla de Cejas-Casas), en el que se acomodaba para empezar la competencia y que se soltó del palenque Número 1, según explicó el capataz de campo, Hugo Caranta, quien contó que no alcanzó a dar la orden de largada. El accidente -fue socorrido inmediatamente por médicos- devino en su fallecimiento, una hora y media después, en el sanatorio Caroya. El muchacho, que dedicaba su primera actuación en Jesús María a su hijito, que ese día cumplía un año, tuvo lesiones en el tórax y una fractura en la base del cráneo que resultó fatal.

+Cae, sufre un traumatismo severo de cráneo, fractura en la base del cráneo, con una gran hemorragia por nariz y boca. Lo entubamos en el campo y cuando llega a la clínica hace un paro, del cual no pudo salir después de una hora y media de reanimación+, relató el doctor Eduardo López.

Confirmada la muerte del jinete, por solidaridad, las más de 20 agrupaciones decidieron retirarse y también suspendió el espectáculo en el escenario; aunque al principio todo fue confuso.

Cuando ingresó la ambulancia al campo, los jinetes se agruparon, detuvieron el certamen y se molestaron cuando vieron que en el escenario continuaba el show. Ante la pausa, algunas personas en las tribunas del anfiteatro José Hernández silbaron en son de protesta, sin saber aún lo que ocurría. Luego, comunicado el infortunio (de un modo ambiguo, ya que al principio decidieron seguir y luego suspender), la gente comenzó a retirarse respetuosamente del predio; si bien algunos reclamaron la devolución de la entrada, según consigna la agencia Télam.

El desconcierto había ganado también a los televidentes, incluidos los de San Juan. Es que quienes sintonizaron Canal 8 (el único que lo emite en la provincia) sobre las 23, al comienzo de la transmisión, no se encontraron con el Festival, pese a estar anunciado; sino que se toparon con un show de Midachi. Luego volvió la transmisión desde el predio con un cronista que relataba lo ocurrido, de espaldas a las tribunas ya vacías; información que se repitió en la síntesis informativa de la medianoche.