"Estoy súper nerviosa. Estoy acá por amor a mi abuela, no vengo a suplantar a nadie", comenzó diciendo ayer Juana Viale en la apertura de Almorzando con Mirtha Legrand, que condujo en lugar de su abuela, que se recupera de una fractura.
Muy elegante, con un mono negro y el cabello recogido, la actriz fue ganando soltura, se permitió reírse en la complicidad de una mesa de hombres, elegidos especialmente para contenerla. Guillermo Coppola, Coco Silly, Sebastián Weinrach, Antonio Birabent, Guillermo Pfening y su hermano Caíto, se mostraron dispuestos a cuidarla y no permitieron que hubiera silencios incómodos. Por teléfono conversó con Cacho Castaña y, por supuesto, con Mirtha, que no pudo con su genio e interactuó con la mesa; se mostró orgullosa de su nieta, pero le aclaró: "Ese sillón es mío, ¿eh?".
En definitiva, a Viale actuó bien el papel de conductora se defendió con las preguntas y recibió sonriente los halagos de sus invitados. ¿Se viene el programa propio?