En la emisión del martes de La Voz Argentina, Esperanza Careri y Jessica Amicucci se enfrentaron en un duelo al rito de “Love On Top”, de Beyoncé. Y la verdad es que las dos dejaron mucho que desear. Mientras Mau y Ricky pensaban con quién quedarse, el resto de sus compañeros comenzó a destacar una a una las falencias de la interpretación, que fueron muchas: “Ninguna se lució”, “las armonías no funcionaron”, “estuvieron parejas en los errores”, “en momentos me costó encontrar la melodía”, y cosas así. Lapidarios.

Antes de la decisión, y medio harta de tanto palo, Jessica pidió la palabra y reveló lo que realmente había pasado: “¿Puedo decir algo? La verdad es que yo no estoy acostumbrada a cantar esta canción en esa tonalidad, y honestamente fue muy duro trabajar así. Muy difícil”.

Con calculada sorpresa, Mau y Ricky le pidieron detalles, y la participante continuó: “Honestamente, lo que fue muy difícil fue trabajar juntas. Hubo dos ensayos en los que ella (por Esperanza) no quiso cantar. Yo aunque esté enferma voy y canto igual”. A esta altura faltaba que apareciera el mago sin dientes en la tribuna.

Esperanza, más inteligente y calculadora que su compañera, simplemente hizo su descargo: “Yo soy muy enérgica, y cuando llegué a Buenos Aires estuve sin voz. Y Feli, que es la que nos asesoraba, me dijo que prefería que no cantara en los primeros ensayos. Fueron muchos días lejos de mi casa, y lo único que hice fue repasarla, como marcándola. Le dije ayer de cantarla pero me contestó que prefería no hablar conmigo. Igualmente, la admiro muchísimo y siento que se lo merece hasta más que yo”.

El discurso convenció a Mau y Ricky que terminaron eligiendo a Esperanza, por sobre su compañera.

Sin embargo, en el último minuto, papá Ricardo apretó el botón salvador y le dio a Jessica una segunda chance bajo su ala. Una participante que, de acuerdo a los códigos televisivos, convenía que se quedara. Mientras se iba, el cantante recalcó: “Encuéntrate con tu amiga para que conversen”. Como reza el dicho: el zorro sabe más por viejo, que por zorro.