Los músicos de la calle siguen firmes ante todo para sostener su principal fuente de ingresos y también, para darle vida artística a la Peatonal capitalina. Después de entrar a fase 3 (entre agosto y septiembre pasados) los artistas volvieron a la zona de la ciudad con mayor circulación diaria de ocasionales espectadores. El corazón sanjuanino, que ellos lo consideran como su "gran escenario natural", fue recobrando su ánimo sobre todo en estas últimas semanas de fiestas, la época con mayor productividad para la gorra. Cristian "Grillo" Malbrán, Germán Yanes y Samuel Campos, Cristian Álvarez, Hugo Cárdenas y Eduardo de Cabrera; más otros intérpretes que en ocasiones se presentan, regresaron y con ganas, aunque con una realidad diferente en cuanto al contacto con el público.


"Después de un año sin trabajar, fue como nacer de nuevo. La gente, por otro lado, necesitaba también algo con qué descargarse. La pandemia causó mucho daño psicológico, pánico, estrés a todos por igual", contó a DIARIO DE CUYO Malbrán, el cantante que este año cumplirá dos décadas actuando en este marco, ya es parte inseparable del paisaje urbano local. Antes eran muy comunes los saludos personales, los abrazos, la proximidad con el público que se aglomeraba para escucharlos. Cuando retomaron, lo hicieron con protocolos bajo el brazo. "Tuvimos que hacer respetar el distanciamiento, además la tarea de desinfectar el dinero, instrumentos, equipos, micrófonos, es todo un tema. Hasta las mismas personas que se paran a escuchar, cuando ven que están muy cerca, empiezan a separarse entre sí", señaló Grillo. 


Para todos ellos, la imposibilidad de presentarse en este espacio público, y en otros, fue un tiempo muerto. Por ejemplo, Eduardo de Cabrera regresó a la provincia a mediados de 2020 -tras una gira- y se encontró con un panorama desolador: "Cuando vi la Peatonal vacía y vallada fue terrible. Tuve que vender todo y comprarme una camioneta para hacer fletes. Pero el arte resiste y une a la gente de manera increíble, volver hoy a trabajar, es como cuando llegás a casa y te recibe la familia con los brazos abiertos". Por su parte, el tanguero Cárdenas no tuvo otro remedio que salir a buscar la moneda sin el micrófono: "Me puse a hacer trabajos de jardinería en los barrios para mantenerme activo física y mentalmente. Ahora vemos que le cambiamos el humor a la gente que pasa y escucha. Por eso a esta peatonal, que es nuestra casa, la cuidamos mucho".


Cristian, quien canta en la calle hace 13 años, estaba antes en Rivadavia y General Acha; pero ahora se ubicó en las puertas del Súper Vea (por General Acha). "Tuve que vender cosas de valor que son difíciles de recuperar, pero reactivarse durante estos meses me salvó. La gente viene ya con dinero a comprar y colabora mucho conmigo. Me va muy bien. No me tomo descanso y vengo en doble turno. Estoy acostumbrado a salir adelante. Sí me complicó mucho el nuevo sistema de transporte, que genera problemas nuevos a las personas como yo", afirmó el solista.

Los chelistas Samuel Campos y Germán Yanes son parte de la nueva camada de músicos que tocan todos los días en Tucumán y Laprida.


Samuel y Germán, por su parte, son chelistas que se sumaron hace menos de 3 años. El primero viene de la Escuela de Música de la UNSJ y el segundo, es oriundo de Venezuela y formado durante 11 años en el sistema de orquestas infantiles y juveniles. Ambos dan clases particulares y son profesores en el Instituto Santa Cecilia y en la Orquesta Escuela, respectivamente. Además de ser grandes amigos, son compañeros de banco. "La pandemia nos cambió las reglas. Tuvimos que lidiar al principio con las habilitaciones, pero con lucha e insistencia logramos que nos acompañe Mariano Graffigna de Turismo y Cultura para recuperar el espacio", señaló Germán. Por su parte, el chelista Samuel contó que a ello se sumaron otros frentes abiertos: "A algunos comerciantes no les gustaba que tocáramos otra vez y ponían el volumen de sus equipos de sonido más fuerte, que nos interrumpían para tocar; y por otro lado fueron llegando nuevos músicos y había que ponerse de acuerdo, establecer un código entre nosotros y respetar los lugares", relató. No obstante, el tiempo fue acomodando de a poco las cosas en sus lugar y las tensiones, habituales en un espacio pequeño, se fueron conteniendo un poco mejor. "Hoy estamos gracias a la lucha que durante años Grillo hizo para que los artistas callejeros sean reconocidos", afirmó Samuel. En este sentido, Cárdenas dejó en claro que "hay gente que cree que nuestra labor es de caridad o es un capricho, pero nosotros cantamos para alegrar al pueblo. Procuramos que en este espacio público haya un nivel digno para que todos puedan disfrutar del arte". 


Según adelantaron, desde este nuevo año, la comunidad de músicos entablará una serie de reuniones institucionales con la comuna de Capital y llevará propuestas para reorganizar los espacios urbanos, con un cronograma y un horario establecido para que todos puedan tener lugar y así desarrollar su actividad plenamente.