En la cultura latinoamericana la serie “El Chavo del 8”, creada por Roberto Gómez Bolaños (“Chespirito”) es una de las más insignes, vistas, recordadas y valoradas por todo lo que significaba su guión y sus personajes en el momento de producción. 

Los personajes de Doña Florinda, Don Ramón, el Señor Barriga, Doña Clotilde, Kiko, La Chilindrina y “El chavo” no sólo eran personajes de historias, eran símbolos con gran contenido de carga y crítica social que aún en la actualidad siguen siendo referencia y objeto de estudio. 

En la serie también estuvo por un tiempo un personaje que cautivó a muchos: se trata de “Jaimito, el cartero”, quien interpretado por el actor Raúl Chato Padilla, ejercía el rol de un entrañable abuelo de cabellera blanca, mucha sabiduría y bicicleta a cuestas que siempre despertaba ternura y luchaba contra la fatiga.

Ahora bien, lo que pocos saben es que ese personaje tuvo un fatídico final justo en el set, y que fue el mismo “Chespirito” quien encontró su cuerpo sin vida justo en momentos después de grabación. 

“Se sabía la letra como nadie. Nunca repetíamos escenas por algún olvido de él. Tenía mucha facilidad para recordar fechas y datos importantes. Era muy respetuoso y disciplinado”, dijo el productor luego recordándolo en una oportunidad. 

Para hacerle honor en su autobiografía, el increíble gesto de Roberto Gómez Bolaños fue recordar los últimos momentos del “Chato” como si el mismo Chavo del 8 lo hubiese hecho, haciendo entonces un párrafo que a muchos dejó sin palabras: 

“Después de grabar lo estuve esperando en la escalera para demostrarle que yo también podía brincar desde el quinto escalón de la escalera. Pero no bajaba. Entonces subí para ver si le pasaba algo y lo que pasaba es que ya estaba muerto. Tenía los ojitos cerrados, como si nomás estuviera durmiendo. Hasta parecía que estaba soñando algo bonito, tenía cara de estar contento. Pero no puede ser, porque ni modo que le diera gusto morirse. O quién sabe, porque Jaimito siempre decía que quería evitar la fatiga… o sea que ya evitó la fatiga para siempre”.

Raúl Padilla pereció el 3 de febrero de 1994 por una diabetes. Tenía 75 años y en su haber estuvo en más de 60 producciones de las cuales la mayoría era de humor. 

Fuente: MDZ