Su nombre comenzó a resonar relacionado a distintas actividades y sus jardines colgantes se volvieron un ícono del Parque de Mayo, pero, en la práctica, el Museo de la Historia Urbana lleva funcionando casi tres años sin ser inaugurado formalmente. Eso sucederá finalmente mañana, a las 20 hs y quedarán habilitadas también las dos primeras exhibiciones de este espacio cultural que es gestionado en conjunto entre el Ministerio de Turismo y Cultura y la Municipalidad de la Capital. 

Pandemia. En épocas de barbijos y covid-19, buscaron que la gente se comunicara.

El MHU tendrá dos ejes principales, divididos también en cada una de las alas del edificio. Por un lado, una muestra permanente sobre el terremoto de 1944, como fue su esencia cuando estaba en los anteriores edificios; y por otro, un espacio dedicado a las historias de la comunidad, de los vecinos de la Capital, con un sector que llamaron "San Juan activo" e iniciarán con la "Microhistoria de Don Ernesto Archilla. Vecino del Barrio Ferroviario". En esta nueva etapa, el MHU atenderá de martes a domingos, de 12 a 21, con entrada gratis.

"Desde diciembre de 2019 se comenzó a trabajar con el Ministerio de Turismo y Cultura y con un equipo de profesionales en pensar qué contenido deberíamos tener", aseguró Natalia Segurado, a cargo del museo. "Toda la exhibición está totalmente renovada y es mucho más amigable e interactiva, no son sólo fotos colgadas, porque hay una ambientación y un recorrido con un sentido. El terremoto del 44 que dio origen al museo inicial, será uno de los bloques y será la muestra permanente. Hemos hecho hincapié en los testimonios y hemos digitalizado gran parte de lo que estaba exhibido antes, como los recortes periodísticos, muchas de las fotos que se verán son parte de un cruce institucional con el Archivo de la Provincia, la UNSJ y las donaciones que ha ido haciendo la gente a través del programa ‘Piedra Basal’", contó la funcionaria. 

El principal atractivo que tenía el por entonces Museo de la Memoria Urbana era el simulador de terremoto, que fue desmantelado cuando se mudó desde la antigua Estación San Martín a una casa en la calle Santa Fe. Con el nuevo edificio, ahora sí a pleno, Segurado termina con el misterio: ese simulador no se instalará. "Se está trabajando a futuro en un simulador virtual. El antiguo simulador quedó desactualizado en lo técnico. Además hay que contemplar todas las normas de seguridad que hoy son necesarias a la hora de desarrollar un dispositivo; actualmente hay butacas especiales, con cinturones, preparadas para que la persona no corra ningún riesgo y con los lentes de realidad virtual, es una experiencia inmersiva completa con audio" aseguró y recalcó que es necesario pensar en un simulador "que no requiera mucho mantenimiento, algo que en los espacios públicos es necesario tener en cuenta". La funcionaria dijo que no hay plazos para el simulador virtual. "La idea era inaugurar con una buena exhibición, que sea atractiva, didáctica, de la que te lleves experiencias y no invertir todo el presupuesto en una sola cosa, sino en un contenido más generalizado y que sea una experiencia completa, no en una sola experiencia". 

Sin mobiliario y gestando las ideas para la nueva colección de este museo basado fuertemente en el nuevo concepto de instituciones museológicas abiertas a la comunidad y en permanente construcción, el MHU salió a los barrios, invitó a escuelas a hacer semitas y sopaipillas y comenzó a hacer un mapa sonoro de la ciudad.

Sopaipillas con alumnos. Aún sin colecciones convocó a la comunidad.

"Cuando en abril del 2020 nos dieron las llaves del nuevo edificio, en plena pandemia, con las restricciones que había, empezamos a elaborar diferentes acciones y actividades que nos permitieran vincularnos con la comunidad en medio de esas limitaciones. Ahí desarrollamos el sistema de realidad aumentada, el Sendero de mujeres pioneras en la vereda, empezamos a caminar en los barrios y a conocer las historias de nuestros vecinos y el Programa Hijos del muro, fue como la presentación a la comunidad. También hicimos talleres para pensar la pandemia" recordó Segurado sobre el trabajo durante la cuarentena y los primeros meses tras la reapertura de las actividades culturales.

Reliquias. A los objetos que tenía sumó numerosas donaciones.

"Buscamos que el museo no sólo sea un espacio de exhibición o de guardar memoria, sino que también sea un lugar para pensar la ciudad y la vida urbana, cómo era en ese momento y seguirla pensando en el contexto actual", definió Segurado, adelantando la línea de trabajo.