Irreverente y auténtica, tanto arriba como abajo del escenario, Marilina Bertoldi -hermana menor de Luisina, de Eruca Sativa- inició su propia carrera como solista, después de su experiencia colectiva con la banda Connor Questa (2010-2015). Cuando ganó su Gardel de Oro por el mejor álbum del 2019, se plantó en aquella oportunidad a toda la industria discográfica diciendo: "La única mujer que ganó este premio fue Mercedes Sosa, hace 19 años, hoy lo gana una lesbiana". Forjado a pura tripa y corazón, después de la pandemia logró lanzar su nuevo disco "Mojigata" que está presentando en una gran gira nacional. Esta noche tocará San Juan y Mamadera Bar será el punto de encuentro para brindarles a sus seguidores un recital explosivo, fiel a su estilo. En un momento de liberación de figuras y conjuntos musicales a la actividad, la escena bulle con la irrupción de exponentes femeninos en los escenarios y festivales en el país. Marilina es parte de todo esto, de esa fuerza que no se detiene a la hora de ganarse lugares antes dominado por los varones. La santafesina habló al respecto en una charla con DIARIO DE CUYO: "La escena está en un momento especial, nosotras aparecemos cuando se lo estaba declarando muerto al rock, entonces tomamos una visibilidad que de verdad está presente, aunque la exposición y el ambiente sean otros. Están brillando muchas mujeres y voces interesantes que crecen y van ganando una batalla muy grande", dijo la cantautora. Bertoldi se siente más identificada con el rock americano de los 90 y del 2000, como Link Ray que dice que la "vuelve loca", pero al hablar de bandas de rockeras, cuenta que las que la marcaron son Sheryl Crow, The Cardigans, Alanis Morissette, Bjork y Fiona Apple, de las cuales tiene armadas playlists para escucharlas todos los días. De igual modo, no pierde de vista el rock nacional y considera que debería contarse su historia desde una perspectiva femenina: "Sé que hubo intentos varios por contarla y como pasa con todas las cosas, la historia humana fue escrita por hombres. Durante años hubo mujeres que hicieron cosas increíbles, pero tuvieron que esconder sus nombres reales o de repente ceder sus obras o ideas y darles los créditos a los hombres. Pero de a poco esto está cambiando, aparecen historiadores y periodistas que empiezan a descubrir toda la tramoya que hay detrás. Y que la historia la construimos entre todos, los logros de la humanidad no son exclusivos de una sola parte", comentó. 

Después de la polémica que tuvo con José Palazzo en 2019 -cuando el organizador de Cosquín Rock dijo que si él tuviera que poner el 30% de mujeres por la ley de cupo, no podría hallar el talento suficiente- hubo un punto de quiebre y de deconstrucción del festival, y que se hizo extensivo en todo el ambiente: "Le dije en ese momento que estaba meando fuera del tarro. En su momento él se disculpó y al año siguiente, el Cosquín Rock cambió toda la grilla. Cosquín explotó con Nathy Peluso y otras mujeres que ganaron sus espacios. No son peleas sobre quién tiene la razón, sino de dejar de lado viejos discursos sin sentido", señaló. Y continuó: "Acá no se trata de una guerra de sexos, para nada, no es poner a quienes son buenos o malos. Sólo hay que ponerse en los zapatos del otro. Naturalmente los cambios vendrán, inevitablemente, más tarde o más temprano", asestó la artista que cuestiona el título de "Reina del rock feminista", como suelen llamarla. 

"Entiendo que de algunos lugares me demuestran su cariño con algún apodo, pero sí me molesta que me digan que hago rock feminista. Sólo hago rock y punto. No soy feminista, pero el feminismo está siendo muy demonizado y como que no se lo puede soportar, cuando en realidad lo que estamos pidiendo, básicamente, es igualdad, nada más. Y es algo que no se puede frenar", señaló Marilina, cuya mayor aspiración es sentir el calor de su público en escena: "Es lo que más me interesa, divertirme con la gente y generar una llama que encienda algo más que una imagen o un ego, es la llama del arte, ni más ni menos".

DATO 
Marilina Bertoldi. Hoy a las 22 hs. en Mamadera Bar. Entradas en puerta: $2.500.