Un camino de mesa para regalar a su padre, hace tres años. Esa fue su primera obra de arte, tejida al telar. Perfeccionista en todo lo que hace y hasta en sus estudios, para ella significó todo un logro. Su nombre es María del Milagro, cumplirá sus 10 años en febrero y teje desde que sólo tenía cuatro; es por eso que se inscribirá como la telera de más corta edad en la Fecor 2010, la feria de artesanía más importante de Córdoba a la que irá acompañando a su madre, su maestra.

Milagro sin "s", como enfatiza, hizo su debut en el Festival del Poncho de Catamarca. En realidad, fue su mamá quien asistió y vendió la producción de ambas, asombrada por el éxito que tenían las piezas de la chiquita.

La niña dio sus primeras hiladas a escondidas. Cuando su madre dejaba el tejido para tomarse un respiro, ella se sentaba de rodillas en el banco que quedaba vacío frente al telar y desde allí entablaba contacto con los hilos, sin que nadie se diera cuenta.

"Lo hacía cuando mi mamá se levantaba a atender la puerta", recuerda develando un misterio que su progenitora desconocía.

Hace tres años, la pequeña consiguió terminar su primera creación. Fue un tesoro que decidió obsequiar a su papá. "Hice un camino de mesa pero me salió algo corto y él creyó que era una bufanda", cuenta con las mejillas encendidas.

Los cuellos tejidos con lana de oveja son sus favoritos a la hora de ponerse a tirar la lana con sus manitas de araña. Piensa en que, si hace varios, podrá venderlos para comprarse un celular. Por eso, también teje alfombras de totora e hilo choricero con colores de su elección.

"Me gusta el turquesa y el verde claro, esos son mis preferidos, porque los que elige mi mamá no me gustan", dispara. Es que, pese a ser tan chiquita, Milagro es una telera de mucho carácter, que tiene en claro sus gustos.

Romántica y muy coqueta, cuando no está estudiando o sentada al telar, destina su tiempo a monear frente al espejo. Pero, bastante reservada, sólo conocen sus habilidades sus amigas más íntimas, su profe de computación y la directora del Colegio Modelo, donde cursa junto a Emilia.

Milagro sabe que en sus manos ha caído el arte heredado de su bisabuela, que pasó por todas las mujeres de su familia materna hasta llegar a sus manos. Sin embargo, prefiere perfeccionar su talento en solitario mientras juega a ser grande, probándose el maquillaje de su madre y soñando con ser, algún día, una médica reconocida.

((recuadro))

El reggaetton:

otra pasión

A punto de entrar en la adolescencia; se debate entre la timidez y las reuniones con sus amiguitas, su pasión por el tejido y el fanatismo por el reggaetton de Daddy Yankie -cantante al que sueña ver en vivo y en directo cuando llegue a Mendoza el 13 de diciembre-.

"Mi mamá no nos puede acompañar, pero le vamos a pedir a la abuela", dice en voz muy, muy bajita; tirando miradas cómplices a su hermana mayor María Emilia de 11 años y escondiendo su carita detrás de su mamá, la telera Guadalupe Daneri que se prepara para debutar en la Feria Internacional de Artesanías de La Rural de Palermo, entre el 4 y el 13 de diciembre.