Sus padres se conocen hace mucho tiempo, aunque ellas no tanto. Pero el destino había tejido los hilos de tal manera que algún día sus vidas iban a cruzarse, y ese encuentro no tardó en aparecer. Ambas sanjuaninas, Melina De Bernardo es psicóloga, vive en Córdoba y hace stand up hace seis años. El humor, asegura, le ayudó a sobrellevar varios golpes de la vida, incluso su enfermedad renal que, tras buena parte de su vida en diálisis, derivó en un tercer transplante de riñón, hace tres años. En un camino similar, y hasta hace poco paralelo, transitaba Carla Coria. Comunicadora social, hace stand up hace dos años, trabaja en la provincia (donde integra Impro) y en Mendoza, y el humor le ayudó a sortear momentos difíciles, como su enfermedad renal y un transplante de riñón al que se sometió hace dos meses. Con tantas cosas en común, la alquimia se produjo de inmediato. Comenzó con el apoyo que Carla buscó en Melina, como paciente y como profesional, y se prolongó en una amistad y un proyecto en común: ‘Siempre decíamos que teníamos que hacer algo juntas’, repiten cada una por su lado, sumando coincidencias. Luego de varias idas y vueltas, de acomodar agendas, familias, médicos y obligaciones, se dio. Armaron un show de stand up con un condimento novedoso: abordar la temática del trasplante y la donación de órganos desde el humor y el optimismo, desdramatizando y brindando un mensaje alentador. Fieles a su estilo -cuentan que apenas se conocieron lloraban de risa de sus ocurrencias- se bautizaron Las Inmunes, ‘porque estamos inmunodeprimidas, pero de deprimidas no tenemos nada’, bromea Carla. Y con esa marca en el orillo, que ya quedó para la posteridad, ‘La Melina y La Carla’ (así, con el artículo, como otro sello bien sanjuanino), debutarán esta noche, en un espectáculo que tendrá mucho de autorreferencial, claro está, aunque no todo, porque además transitarán otros temas.
‘Nos pareció que estaba bueno, desde nuestro lugar, poder colaborar un poco con la difusión de la donación, que si bien ha crecido muchísimo, nunca es suficiente; porque la realidad es que más allá de que está la ley y que ahora todos somos donantes, si la familia se niega, no hay donación. Por eso es tan importante comentar la voluntad de donar en familia, porque entonces en un momento tan difícil como es la muerte de un ser querido, es más fácil decidir’, explica Melina, antes de adentrarse en cómo llevarán esto al escenario. ‘Que dos personas que están trasplantadas estén en un escenario haciendo humor, que es algo muy saludable, ya es mostrar al otro que donar está bueno. Y sí, también hay chistes que nosotras mismas nos hacemos en los monólogos que cada una ha preparado y en un momento que vamos a estar juntas… Nos gusta poner todo esto desde un lugar que no es el de víctima. En un momento jodíamos con Carla porque yo le prohibía que diga que somos trasplantadas. No somos, estamos trasplantadas, le decía, porque estar trasplantadas nos permite ser un montón de cosas mucho más lindas (risas)’. ‘El humor te ayuda para todo, es un cambio desde adentro, y eso tenemos en común. Ambas hemos estado enfermas desde muy chicas y nos pasó que mucha gente se apoyaba en nosotras, y decíamos ‘¿Bah? La enferma soy yo y tengo que estar alentando a un montón de gente’ (risas). Y es por nuestra personalidad, y está muy bueno’, agregó Carla, que junto a su co-equiper ya planean ir a Mendoza, Córdoba y otras provincias con su mensaje. ‘No lo hemos visto en otro grupo de stand up que traten un tema así’, comentó. ‘Uno puede tocar temas muy serios a través del humor, que justamente por tan serios a veces es difícil abordarlos’, subraya Carla. ‘La seriedad del asunto no la define una risa, sino el respeto con que se trata’, reflexiona Melina, que sentencia: ‘Reir de la adversidad, además de tener algo de sabiduría, también es un acto revolucionario’.