"Seño, ¿le gusta mi dibujo?", "¿Seño, no queda más verde, puedo pintar con rojo?" "Seño... me hago pis", "Seño, Matías me robó la tijerita y no me la quiere devolver", "Seño, ud. es muy buena". Estas, son algunas de las vicisitudes infantiles que -a modo de colonia y en pos de disfrutar un verano diferente- comenzaron a registrarse desde el lunes 31 de enero en los talleres de Vacacionarte y que proseguirán hasta fines de febrero en el Conte Grand. En su tercera edición -y con el claro objetivo de demostrar en los talleres que "el museo no es un plomo y puede ser divertido"-, esta iniciativa no convencional propone acercarse a las obras del museo a través de un bloque temático y lúdico por semana, en diferentes áreas y en pos de desarrollar un pensamiento crítico y visual.

"Acá no pretendemos que salga ningún artista, pero la idea es que se expresen de una manera distinta y que el niño interactue con las obras de la instalación. Por eso no es una colonia común", explicó Emilse González, una de las profesoras de artes plásticas que, directivas efervescentes van y ánimos de estimulación vienen, imparte la consigna del día frente a la tribu de aprendices (la de ayer fue algo así como "hagamos de una mancha todo un cuadro de arte").

"Todos los días se hacen cosas diferentes y cada semana tiene su tema. Esta semana, por ejemplo, tocó Pintura. Vemos las obras del museo y de ahí abordamos la figura humana, la naturaleza muerta o el retrato", agregó la docente. Ella, al igual que Guadalupe Suarez Jofré, la encargada de las clases de Teatro, es parte del equipo de profesionales que guía a niños de 6 y 12 años, de lunes a viernes de 10 a 12 y, a fuerza de pedagogía (y paciencia), trata de fagocitar sus capacidades creativas.

"Evidentemente ya vienen con un perfil artístico y a la mayoría les gusta mucho actuar. Les das una puntita y se enganchan rápido. Conmigo hacen juegos dramáticos y también improvisaciones. Pero para los más grandecitos porque los chiquitos son más revoltosos y se distraen más", dirá "Guada" y en medio de un ejemplificador "caos" de corridas y alboroto corporal. No es para menos. Este año y debido al éxito de las entregas anteriores, Vacacionarte incrementó el número de participantes y superó sus cupos.

"Estamos muy felices con la convocatoria porque hay más de 300 inscriptos. Realmente superó nuestras expectativas. Creo que es importante subrayar que estos talleres permiten una gran inclusión social y que los niños acceden a una formación académica gratis. Hay chicos que vienen de la villa y hay otros que son hijos de funcionarios", remarcó la también docente de Artes Plásticas Natalia Quiroga y tan contenta como su colega María Elena Mariel.

"Los chicos está súper integrados y les encanta pintar. Siempre están motivados. Mi grupo (de 8 y 9 años) es muy relajado. Sólo se revolucionan un poquito cuando llega la hora de la merienda", contó la tolerante María Elena, también encargada del Area de Educación del Conte Grand.

¿Qué dicen los padres a todo esto? "Estamos chochos. Durante dos horas nuestros hijos se divierten y aprenden. Y sin costo", concluyó uno de los tantos matrimonios que nuevamente apostó a la imaginación de Vacacionarte. Y no se arrepintió.