El Teatro del Bicentenario acaba de terminar de rodar una versión inédita de un aria de la ópera-ballet de 1735, Las indias galantes, de Jean-Philippe Rameau, que presentará de manera virtual en las próximas semanas, para celebrar el Día Internacional de la Danza. 


Participaron en esta puesta diseñada completamente pensando en la cámara, los 18 bailarines que hicieron residencia creativa que dictó el coreógrafo Diego Poblete, quien es el director general de esta nueva propuesta artística; con la música del Ensamble Barroco que dirige Laura Lanzi, junto a la cantante lírica Claudia Lepe. 


El audiovisual, que cuenta con dirección de cámara y fotografía de Oscar Díaz, no reproduce el argumento de la pieza francesa del periodo barroco, sino que hay una adaptación libre del argumento que narra historias de amor en lugares exóticos para los europeos de la época.


"Se verá una obra que musicalmente es barroca, pero no tiene que ver directamente con la ópera y la audiencia podrá observar un contenido artístico muy contemporáneo en términos de actualidad, con un trabajo y unas sutilezas muy importantes que tienen que ver con la puesta con el trabajo de iluminación, la diagramación escénica que se podrá ver y además aprovechando lo que en la presencialidad no se ven como planos muy cercanos, distintos planos de las mismas escenas" contó Silvana Moreno, directora del TB. 


Poblete contó que durante la residencia que condujo -como parte del programa de formación que dirige Victoria Balanza- ya había empezado a trabajar pensando en este audiovisual, así que los bailarines se abocaron al proceso de crear sus propias coreografías para esta producción. También aseguró que venían pensando "de qué manera resignificar la escena hoy", en el contexto de pandemia donde el distanciamiento es una norma. Así, los bailarines ofrecen personajes que hacen intervenciones en solitario enmarcados por una escenografía limitada por paneles, en la que también son incluidos los músicos. 

Director. Diego Poblete (primero de la derecha) brinda indicaciones a los bailarines para la acción. 


"Tuvimos que utilizar el escenario como set de filmación, no como espacio escénico como estamos acostumbrados, sino habitar el lugar pero desde un concepto netamente fílmico", explicó el profesional, que es asistente coreográfico del ballet del Teatro San Martín, para quien hay un paralelismo entre el texto de Las indias galantes y el presente que se vive atravesado por la pandemia, donde la introspección personal cobró protagonismo. 


Fue la violoncelista y directora del Ensamble Barroco, Laura Lanzi, quien llevó al TB esta propuesta una puesta mixta de concierto y danza con un repertorio de distintas obras. "Les gustó la idea y eligieron un segmento, un aria de Las Indias galantes. En un momento se habló de hacerlo presencial, pero comenzó a trabajar todo el equipo creativo con gente de otras disciplinas artísticas y pasó que fue transformando de a poco en otra cosa y así fue el proceso. Fue increíble todo lo que hizo Diego Poblete, lo que imaginó desde lo visual" aseguró la instrumentista.

Grabación. Laura Lanzi, directora del Ensamble Barroco, en uno de los ensayos de la música.


"Había escuchado algunas versiones de la obra en la Ópera de París y me parece que está bueno hacer algo más actual manteniendo, por supuesto, el espíritu de la obra de Rameau. Lo que se hizo fue un sueño hecho realidad, porque confluyó todo", dijo. 


El Ensamble Barroco que dirige Lanzi -en el que también toca- surgió en 2018 con una formación flexible, que puede presentarse en tríos, sextetos o hasta con 20 músicos; en esta oportunidad debido a que no puede haber muchos músicos en escena por los protocolos, armaron un grupo de 12 músicos (de cuerdas, maderas y percusión). 


"La música solamente se adaptó al registro de Claudia Lepe, porque originalmente está escrita para dos cantantes, una soprano y un tenor, así que sólo cambiamos la tonalidad porque ella es contralto, que es un registro más grave", explicó Lanzi. 


Por su parte, Claudia Lepe consideró que "ha sido un trabajo fantástico". Es la primera vez que interpretaba esta aria y además resaltó la tarea de producción. "También es la primera vez que trabajo en un montaje de esta envergadura, así que ha sido un aprendizaje en ambos sentidos. Rara vez confluyen tantas disciplinas del arte en función de un aria de ópera, son 4 minutos, tanta energía puesta ahí, por eso creo que es impresionante", opinó la cantante, quien destacó el trabajo junto a Poblete que la ayudó a tener una perspectiva diferente en cuanto a la corporalidad como cantante.