El film argentino "La odisea de los giles" se encuentra entre los 15 films latinoamericanos, casi todos en español, que buscan llegar a los 10 prefinalistas en la categoría de mejor película internacional en los Óscar de 2020, que se revelará mañana. Dirigida por Sebastián Borensztein, la cinta, contextualizada durante "el corralito' financiero de 2001, cuenta con dos de las claves que llevaron a El secreto de sus ojos a ganar la codiciada estatuilla en la glamorosa ceremonia, en 2010: un guión basado en una novela de Eduardo Sacheri y el protagonismo de Ricardo Darín junto a un importante elenco. 


En esta lucha latinoamericana por poner su sello en un rubro en el que la española Dolor y Gloria, de Pedro Almodóvar, es aspirante junto a la surcoreana Parasite, de Bong Joon-ho; la carrera se torna complicada. Pese a que en los 10 años anteriores el apartado conocido hasta ahora como mejor película en lengua extranjera, contó con 8 nominaciones y 3 ganadores, incluyendo los 2 premios más recientes: Roma (México, 2019), de Alfonso Cuarón, y Una mujer fantástica (Chile, 2018), de Sebastián Lelio; en esta edición, la producción made in Latinoamérica no parece contar con demasiadas papeletas. En las nominaciones al Globo de Oro quedó demostrado, al no entrar ninguna de sus cintas en la pelea por la mejor película en lengua extranjera.


Según IndieWire y The Hollywood Reporter, las que más opciones tienen vienen de Colombia, que vive sus mejores años en esa categoría (su primera nominación, en 2016 y preselección para este año) y Brasil (4 candidaturas, la más reciente con Central do Brasil, en 1999).


Por un lado, Monos, del colombiano Alejandro Landes, que obtuvo el premio especial del jurado en Sundance, cuenta la historia de 8 guerrilleros adolescentes que mantienen cautivos a un estadounidense y una vaca lechera. Por el otro, A vida invisível de Eurídice Gusmão (La vida invisible de Eurídice Gusmão), de Karim Aïnouz, busca situar al portugués al lado del español y otros idiomas, tras ganar la muestra Una Cierta Mirada en Cannes con un relato situado en 1950 sobre dos hermanas que padecen un rígido régimen patriarcal de una sociedad machista.


Pero la sorpresa podría llegar con La Camarista, ópera prima de la mexicana Lila Avilés, con un agridulce retrato de la vida de la empleada de un lujoso hotel. Justamente este largometraje, forma parte de la importante presencia de directoras dentro del grupo regional, que representan casi una tercera parte de los realizadores, al que se sube Gabriela Calvache, con La mala noche (Ecuador); Antonella Sudasassi, con El despertar de las hormigas (Costa Rica), y Patricia Ortega, con Yo, imposible (Venezuela).


Además de estas películas con fuerte mirada de mujer, la selección regional se completa con la chilena Araña, de Andrés Wood; la cubana Un traductor, de Rodrigo y Sebastián Barriuso; la hondureña Café con sabor a mi tierra, de Carlos Membreño; la panameña Todos cambiamos, de Arturo Montenegro, y la peruana Retablo, de Álvaro Delgado Aparicio. También la uruguaya Así habló el cambista, de Federico Veiroj; la dominicana El proyeccionista, de José María Cabral, y la boliviana Tú me manques, de Rodrigo Bellott. Por último, aunque representa a Bélgica, la cifra podría elevarse a 16 gracias a Nuestras madres, del belgaguatemalteco Óscar Díaz, que logró la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en Cannes.


De esta manera, Latinoamérica sigue soñando con llegar a las 5 nominadas que opten por el Óscar a mejor película internacional el próximo 9 de febrero en Los Ángeles. (Efe)