Con muy buen marco de público, Miguel Mateos volvió a pisar el suelo sanjuanino que siempre lo recibe con los brazos abiertos. Icono ochentoso pero aggiornado, presentó su último disco, La alegría ha vuelto a la ciudad, que encontró muy buena repercusión en la platea (el ex Zas, además, es un buen showman y sabe cómo vender). Sin embargo, inevitablemente, las sillas quedaron de más cuando sonaron los clásicos, que arrancaron coros, palmas y flashes. Una vez más, Mateos dejó a sus fanas locales con el corazón contento. La alegría había vuelto a la ciudad.