Autogestiva. Lucre Love, decidida a seguir adelante contra la moda del cover, aprovecha la era digital para sus producciones, a través de videoclips y redes sociales: "Lamentablemente, la gente ya no consume un disco físico. Aunque sea hermoso tener uno en la mano, mi meta es que se escuche mi obra".  (FOTO DANIEL ARIAS)

Desde los 15 años que se metió de lleno a la música -criándose en los caminos del punk y del grunge- siempre sostuvo la misma idea: "El rock es una descarga total, un sacarse lo que uno tiene adentro para que el otro lo interprete como quiera". Decidida y determinante con lo que se propone, Lucre Love lo que busca lo consigue. Durante años, con una clara postura que adoptó (desde que era niña hasta hoy que ya es mujer adulta y madre de dos hijos), fue la de difundir su propia obra, disputando terreno contra la demanda de covers que es una tendencia todavía vigente en los circuitos musicales. Todo lo recorrido para ella no fue en vano, logrando así su cuarto disco de estudio, "Espejos de mi espejo" producido íntegramente por ella misma. Desde la composición, la grabación, mezcla y montaje, hasta su promoción, en todas las etapas, ella es su propia supervisora, su propia jefa. En su estudio, Lorena Esbry, que es su nombre real, fue haciendo un puente de continuidad con su disco anterior, "Transmisiones desde la matriz" de 2016 en el aspecto sonoro, trabajando desde el rock & pop hasta llegar a un plano de fusión de la guitarra eléctrica, distorsionada, con elementos sonoros de sintetizador y melodías electrónicas. Un poco de experimentación, juego y también exploración por las emociones que se ponen en juego a la hora de armonizar voces y notas, la artista sanjuanina de 43 años dejó muy atrás ese perfil de niña rockera rebelde para convertirse en toda una "mujer orquesta". "Armo, grabo y diseño en mi casa, voy ensamblando, pero no todo lo hago sola. Porque también, tengo la colaboración de Diego Vega que me graba las partes de su bajo. Si los temas suenan copados, es por el bajo de Diego", se ríe con complicidad al contar la interna de su cocina creativa. "Es verdad, tengo electrónica y distorsión, pero con pasado en el punk y en el grunge, eso lo llevo dentro y en las violas se nota esa influencia. No soy pianista, ni tengo formación clásica en guitarra, pero cuando grabo, salen sonidos locos y raros. Lo que me gusta es hacer un abanico de armonías y arreglos corales, que me permiten jugar con la voz", agrega.


Si bien hay algunos matices al comparar sus trabajos anteriores, hay un punto en común que define el perfil de Esbry, y es que al tener su modo solista, deja que las canciones reflejen y hagan fluir su más profunda interioridad: "En mis canciones hay un fuerte componente de catarsis. Ser una mujer-orquesta me da la posibilidad de decidir qué quiero. Pero a la hora de salir sola para un recital en vivo, no es lo mismo. Y ahí sí que es necesario tener una banda. Todo el peso de la presión recae en uno mismo. Hay que estar alerta a todos los detalles, todo el tiempo. Desde llevar los instrumentos, la consola de sonido hasta interactuar con la gente, una no da a basto y es agotador físicamente, porque los errores no se dejan pasar", expresa. 


La placa contiene siete temas, entre los cuales figuran "Al Viento", "Vamos a volar", "Cuando todo se mueve", y "Tu caja de madrugada". Cada pieza, según define la cantante, "es como un espejo mío que refleja lo que soy, lo que siento, lo que he vivido. Todo aquello que me marcó para bien o para mal. A las cosas feas que me provocaron depresión o angustia, lo canalizo en la música". Y en esa "catarsis" de sonidos que proyecta en el escenario, plantea también su postura como mujer en un ámbito que históricamente, el rock, ha sido un poco injusto con el género. Lucre Love considera que "hay una escena de participación femenina muy fuerte actualmente, lo veo por la variedad de estilos y propuestas. Creo que en San Juan, en el ámbito en el cual me muevo, veo que las mujeres estamos más fuertes y profesionales que nunca".


Hace pocos meses, fue aprobada en el Congreso de la Nación la ley (la primera en todo el mundo) que establece un cupo femenino para eventos musicales, que en su espíritu, busca una igualdad de género en los espectáculos. Respecto a ello, Lucre tira sus cartas y da su posición: "Siempre estuve metida en escenarios como pude. Aunque nunca me sentí discriminada como mujer, siempre tuve espacio. Quizás pueden haberme negado el espacio por el estilo musical. De todos modos creo que es una ley muy justa. Todos merecemos espacios para poder mostrar nuestro arte. El escenario está para compartir, sean chicos o chicas, la música es lo que nos une a todos al final", concluye. 

DATO

  • "Espejos de mi espejo", el cuarto álbum de estudio solista puede escucharse -y mirar los videoclips- en el canal de Youtube "Lorena Esbry", por Facebook "Lore Esbry" y por Instagram "Loreesbry".