El 2024 empieza de la mejor manera para Los Videla. Convocados por la organización, el dúo integrado por los hermanos Noemí y Claudio, junto a sus músicos y técnicos, desplegará su repertorio bien cuyano otra vez en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, que por unos minutos volverá a poblarse de cuecas, gatos y tonadas. Será mañana lunes, luna que tendrá como número central a "Chaqueño Palavecino: 40 años', con lo que se espera una plaza colmada; y en horario televisivo (transmite la Televisión Pública). Y si bien volver al Festival ya es motivo suficiente para brindar, el festejo será doble porque -sueño cumplido- en el histórico Atahualpa Yupanqui también celebrarán las dos décadas de vida que cumple este año la exitosa banda local. 

"Va a ser una actuación muy especial para Los Videla por los 20 años y comenzamos a celebrarlos en Cosquín, así que es todo un lujo. Nos estamos preparando con mucho laburo hace ya tiempo para estar a la altura, ya que vamos a ser el único número de cantores sanjuaninos. Y por eso también estamos agradecidos a la nueva comisión del Festival, que ha confiado en nosotros', señaló a DIARIO DE CUYO Claudio, no sin ratificar que la propuesta será, como estilan, "100 por ciento cuyana' y en línea con el aniversario. 

"Lo que hay que destacar es que la música cuyana va a volverá a sonar en ese importante escenario, cosa que actualmente no pasa en muchos festivales nacionales. Vamos a mostrar autores de San Juan, Mendoza y San Luis, e iremos recorriendo algo de lo que hicimos estos 20 años. Empezaremos con una de las primeras cuecas que aprendimos, La vinajera, de Félix Dardo Palorma; y llegaremos hasta autores más contemporáneos', dijo el menor de Los Videla, que tendrá 20 minutos para cautivar al público, tal como lo hizo hace un par de años.

En 2022, Los Videla fueron los únicos artistas de Cuyo en el Festival de Cosquín (ese año no hubo ganadores de Pre Cosquín, ni contratados ni Postal de Provincia de la región). Era el premio por haber triunfado en los Espectáculos Callejeros en 2020, pero como en 2021 no se hizo el Festival por la pandemia y se presentaron al año siguiente. Fue una actuación memorable, desde lo musical y también por el manejo que los hermanos hicieron del escenario y de la platea (que mostraba varios barbijos todavía), performance que dejó bien alta la vara incluso para ellos mismos. Una farrita bien de sus pagos, como destacaron a lo largo de toda su presentación los sanjuaninos, en la mayor vidriera del folclore nacional. 

"Lo que nosotros siempre transmitimos es que hay que sostener la identidad, no hay que tener miedo de cantar una cueca, una tonada, hay que hacerlas con orgullo porque es lo nuestro, porque gusta y porque hay que seguir el camino que empezaron los grandes. Además es un tesoro que tenemos en las manos, porque es muy rica musicalmente y en su poesía; y es nuestro documento', valoró el músico y cantante. "Y creo que esto es un poco el reconocimiento a estos 20 años de apostar y apostar a lo nuestro. Con trabajo, las cosas llegan. Es un honor, también una responsabilidad enorme, porque si bien vamos a subir nosotros al escenario, con nosotros sube muchísima gente que ama la música cuyana y que está trabajando para que el folclore cuyano suene a nivel nacional; así que lo tomamos con mucho respeto y compromiso', sumó, colmado de expectativas y sensaciones en esta cuenta regresiva. 

"Vamos con las ganas de disfrutarlo, porque es un momento único. Me emociona porque no van a estar personas que a uno le gustaría que estuvieran y que han hecho mucha fuerza para que lo logremos, pero ahí estaremos para darlo todo', expresó Claudio, conmovido por esta nueva oportunidad de llegar a Cosquín. 

"Y mientras más seamos, más fuerza toma el folclore sanjuanino, algo muy lindo que va a pasar ahora con El Ramalazo, que ganó Pre Cosquín en conjunto de malambo; y con la delegación provincial; es una presencia muy importante', subrayó el músico, antes de compartir una anécdota personal que siempre tuvieron presente y mucho más ahora. 

"Cuando éramos niños siempre íbamos a vacacionar con la familia a Cosquín; y lo primero que hacíamos era ir al río o ir a la Próspero Molina relató-. Y me acuerdo de esa vez, éramos chicos, adolescentes, y nos acercamos con mi hermana y mi viejo a la plaza, que entonces tenía un alambrado, y desde afuera mirábamos para adentro con una ilusión... Entonces mi viejo nos miró y nos dijo "Ustedes algún día van a estar ahí"'.