Primero fue con "Episodio III: la venganza de Giselle", una creación de Giselle Slavutzky encuadrada en la danza-teatro hace una semana. Ahora, la oportunidad la tendrá el elenco teatral concertado sanjuanino que llevará Cubo: ser o no ser clown a Tecnópolis. Esta tarde, con dos funciones (a las 18hs y a las 20hs), Florencia Arce, Cecilia Nievas y José Mení actuarán por primera vez en el espacio del INT (Instituto Nacional del Teatro) en el parque temático ubicado en Villa Martelli de la provincia de Buenos Aires. Gracias a una selección del instituto, que fue convocando elencos de todas las ciudades del país, el grupo local comandado por Paula Fleury y con la producción lumínica de Celina Carrizo y el sonido de Paula Torres, inauguran su temporada anual a lo grande en uno de los espacios culturales-educativos más importante de Argentina. Esta comedia, que hoy cumplió un año de vida, es una creación original gestada desde el encierro que originó la pandemia, pero que fue evolucionando con cada presentación, siendo una de las pocas propuestas existentes donde el clown sea el elemento central. Acostumbrados a realizar actuaciones en los espacios locales, esta vez habrá un plus que le dará otro valor agregado: la adaptabilidad como característica propia del espectáculo. "Será un desafío muy grande para nuestra carrera artística", definió José Meni.


Esto será diferente, porque iremos por primera vez a la ciudad cuna del teatro nacional y en un lugar como Tecnópolis, donde circulan cerca de 30 mil personas por día, nos dará una experiencia muy enriquecedora", agregó el actor. 


En un ejercicio constante que viene desarrollando el elenco, como sus participaciones en distintas instancias y convocatorias como Argentina Florece o festivales teatrales locales y regionales, hoy la obra va adquiriendo una proyección nacional con apoyo y contención por parte del INT, al igual que con otras producciones teatrales independientes de la provincia.


Tres payasas inmersas en sus vidas cotidianas, van desarrollando diferentes juegos con la intención de superar el encierro que les representa convivir dentro de un cubo. Como no conocen lo que pasa afuera, se sienten agobiadas y abrumada por la rutina y los mandatos de sus madres. En ese juego constante se muestran diferentes realidades. "Lo que hace especial esta obra, más allá que seamos clown, que divierta o alegra con humor, dejamos mensajes o ciertas reflexiones en clave que transmitimos hacia el espectador y que este se quede pensando", comentó Meni. Parte de esa intención comunicativa, queda reflejada en el argumento, como anticipo de lo que podrá verse, cuando se remarca que estas tres payasas "no conocen la lluvia, pero que sueñan con abrir un paraguas", dicho por la dramaturga Paula Fleury.