A 15 días de la muerte de Natacha Jaitt salieron a la luz los desesperantes llamados al 911 realizados cuando el cuerpo de la conductora radial yacía en la cama de la suite del salón de eventos Xanadú, en el partido bonaerense de Tigre.

Hubo tres alertas al centro de emergencias. El primero fue realizado por Gonzalo Rigoni, dueño del complejo: "Necesito una ambulancia urgente. Hay una chica que se desmayó. Parece que no respira".

Minutos después, se dio una segunda comunicación, que pertenece a Raúl Velaztiqui Duarte, quien estuvo detenido por falso testimonio. “Vine a buscar a una amiga que me llamó que estaba descompuesta y no respira”, se le escucha decir, pero luego corta cuando el operador le preguntó la edad de Jaitt, que necesitaba asistencia.

Finalmente, Rigoni reiteró el pedido de la ambulancia, debido a la demora en la atención. "Pedí una ambulancia urgente hace rato. Se desmayó una amiga y no respira. Me parece que estaba con drogas o algo así", manifiesta en el audio que fue presentado en C5N.

Velaztiqui Duarte había sido incongruente con respecto al cuerpo de Natacha. Primero había dicho que estaba boca arriba y luego aseguró que estaba boca abajo. También afirmó que no manipuló nada en la habitación, mientras que en las imágenes se ve que lleva una prenda que puede ser con la que envolvió el equipo.

Incluso, el hombre había dicho que no sabía nada del teléfono de la modelo. Sin embargo, los investigadores, analizando las imágenes de 12 cámaras de seguridad, lograron determinar que en realidad tomó el aparato de la mochila y lo llevó a su auto.