Construido en 1969, el anfiteatro Buenaventura Luna del Auditorio Juan Victoria ha sido históricamente uno de los espacios más valorados para espectáculos artísticos al aire libre. Sin embargo, con sólo recorrerlo se evidencian descuidos en su mantenimiento, tanto de los jardines y alrededores, como los rincones del escenario, el foso y también los sanitarios. Ante la inquietud planteada por algunos espectadores que asistieron a los últimos eventos allí desarrollados -que ponen énfasis en el olor a excrementos, el mal estado de los baños (cuando están disponibles) y la falta de limpieza-; DIARIO DE CUYO se comunicó con el administrador del Auditorio, el ingeniero Alberto Bustelo. El funcionario explicó a este medio que ‘los jardines del Anfiteatro tienen el mejor mantenimiento posible, y se realiza cada vez que se necesita utilizar el espacio ante un espectáculo programado. El escenario, la iluminación y el servicio de agua corriente en los baños públicos están en pleno funcionamiento’.
No obstante, DIARIO DE CUYO pudo constatar que -lejos de ser un espacio para admirar y más allá de la posible falta de consideración de algunos visitantes- en varios sectores hay ausencia de riego, que hay zonas ganadas por los yuyos, que a los canteros le falta limpieza, que el foso tiene bastante basura y que en el baño de damas hay algunos sanitarios clausurados, con derrames de agua y faltantes de asientos en los inodoros.
"El Centro Cívico y el Auditorio Juan Victoria tienen las mayores superficies de espacios verdes que permanentemente hay que regar, cortar, limpiar y desinfectar. El personal del Auditorio se encarga de esas tareas y puede ser que algunos rincones estén desprolijos, pero hay que tener en cuenta que con las fuertes lluvias que tuvimos, el césped creció mucho. En cuanto a los sanitarios, es cierto no están lindos, los refaccionamos hace poco, pero esperamos mejorarlos pronto’, respondió el director.
En paralelo, el funcionario reconoció que el Anfiteatro carece de normas de seguridad adecuadas para el público y los artistas. "No tiene las condiciones de seguridad adecuadas, en los laterales y en las escalinatas de ingreso y salida del predio. No hay barras para que la gente se apoye al subir y bajar y evitar caerse. Tampoco hay accesibilidad para personas con discapacidad motriz. Además, los artistas nos solicitaron medidas para mejorar el escenario, ya que les resulta chico y tienen miedo de que ocurra un accidente y caigan al foso’, detalló el funcionario, que comentó que se está trabajando en un plan de remodelación y mejora para el anfiteatro y sus adyacencias que tratará de solucionar estas falencias (ver aparte).
"Estamos poniendo todas las fichas en un proyecto que nos llevará a tener todo en condiciones óptimas. Puede haber alguna queja o algún espectador que no se haya sentido cómodo, pero estamos a disposición de todos para recibir todas las sugerencias. En espectáculos públicos y gratuitos suceden estas cosas. Hace poco tuvimos la presentación de la Noche de San Juan en Cosquín con el anfiteatro lleno de gente y todo salió bien. Siempre pueden haber críticas, pero hay que entender que en 43 años de vida de este lugar, no se hizo nada’, concluyó el administrador que desde el 2010 está a cargo del complejo.