En todos los detalles. Gunnar Ahmer conduce el grupo de artistas locales que tiene la tarea de plasmar los diseños de Eugenio Zanetti. (Fotos: Mariano Arias)

El desafío del Teatro del Bicentenario de poner en escena la Flauta mágica, en la versión del maestro Eugenio Zanetti, comenzó hace meses y la confección de los telones que se usarán en la escenografía es uno de los primeros logros que tienen para exhibir sobre esta producción del teatro sanjuanino, en estreno mundial en idioma español, a partir de un acuerdo del TB -a través del Ministerio de Cultura y Turismo- con la Stifung Mozarteum Salzburg. 


Para esa tarea convocaron al noruego Gunnar Ahmer, artista plástico radicado en Los Ángeles, que se ha destacado por sus trabajos en importantes óperas y por su recreación de obras de arte para el cine, como en la película Ángeles y demonios -con Tom Hanks- donde el artista recreó la Capilla Sixtina para el set de filmación. 


Él comanda el taller de artistas que seleccionaron tras una convocatoria abierta en mayo y que luego de un breve ajuste, comenzaron a trabajar en los telones que se usarán durante la puesta que estrenará en octubre, para el tercer aniversario del TB. 


"Al principio daba impresión trabajar aquí, teníamos cuidado, porque todo el Teatro parece una tienda de Armani", comentó Gunnar para referirse a la tarea que están realizando en una gran sala ubicada detrás del escenario del TB.


Suena música instrumental, Ahmer la reproduce desde su celular y los pintores hacen su trabajo en total armonía sobre los enormes bastidores, de más de 10 metros de largo, ubicados en el piso. Son el lienzo de los 12 artistas (Esteban Cabañes, Patricio Le Beuffe, Renzo Martín, Franco Mendez, Gabriela Rosales, Magdalena Bianchetti, Adrián Fernández, Pamela Sirvente, M. Candelaria Tascheret, Gabriel Tejada y Noelia Trenkner), todos muy emocionados por la oportunidad de plasmar el mundo mágico ideado por Zanetti, que tiene una estética surrealista, donde predominan los azules. "Algunas son catedrales, o iglesias, realmente este me parece un cuento de hadas, puede ser real o no. Lo que es muy importante en los diseños es el color, el lapislázuli tiene un sentido surrealista" contó Gunnar sobre las indicaciones que recibe del director de arte e ilustrador ganador del Oscar para este singspiel de Mozart que produce integralmente el TB.


Ahmer habla maravillas del realizador argentino. "El genio de Eugenio Zanetti puede cambiar la historia, lo usa por ejemplo en los diseños donde elige la arquitectura clásica, pero nunca vimos algo parecido a esto. Siempre tiene un sentido completamente distinto. No es algo que hayamos visto antes", comentó. "Nosotros si queremos cambiar un poco podemos, él no es un diseñador quisquilloso, quiere que respete el sentido. Si a él no le gusta lo que hacemos (ríe) dicen 'bajalo un poco...', se baja de color, así se ve menos", expresó.


"Yo creo que ya puedo irme y terminarían sin mí" comentó a DIARIO DE CUYO Ahmer, que es sincero al contar que cuando comenzó con el grupo -elegido entre unos 40 aspirantes- estaba todo el tiempo diciendo "no, no haga eso, no haga aquello", y hoy se siente confiado en cómo se están realizando los telones que con la cantidad adecuada de pintura, humedad y técnica "pueden durar 50 años", comentó Gunnar. Aunque bromea que no quiere "develar todos los secretos", el artista mostró entusiasmado los elementos que usan para pintar comprados en una ferretería local. Escobillones, plumeros, rodillos de pintor lisos y otros a los que quitaron pequeños pedacitos de la goma espuma para dar textura , pinceles de pintura de obra atados a cañas o incluso en un barral de ducha. También hizo construir una especie de carritos o cajones de madera para poner dentro las latas de pintura que se usan en distintas partes del mundo, uno es como el usado en el Teatro Colón, otro, modelo USA. "No quiero que tengamos latas de pinturas en el piso porque si se cae una gota arruina todo" explica, y aunque parezca una obviedad, es un cuidado necesario. 


Para comenzar a plasmar los diseños de Zanetti en los inmensos telones (tienen 18 metros de largo por 10,50 de alto) se usa una cuadrícula que construyen sobre bastidores usando hilos, colocados cada 50 centímetros en este caso, y así plasmar el diseño en la escala necesaria. 


Todo el dibujo de base se hace a mano alzada y luego comienzan a colorear. Aunque hay algunas maderas que sirven de reglas para los trazos rectos, Ahmer prefirió que no las usaran para darle otro carácter. Algunos dibujos más complejos se calcaron desde un boceto realizado en papel, usando una herramienta (un pounce pattern) que hace microperforaciones y que va dejando un rastro de polvo de carboncillo. "Es una técnica que usó Miguel Ángel en sus diseños", explicó Gunnar. La razón de calcarlo así es que permite cuidar las proporciones del dibujo para luego transferirlo al lienzo ubicado horizontalmente. 


 "Tenemos gente con un talento enorme acá", dice el artista noruego, que se esperanzó en que luego de esta producción el grupo pueda seguir formado de manera independiente y mostrar sus propias obras. "El grupo de los pintores de la flauta mágica podría ser que hagan exposiciones, que muestren sus pinturas, son pintores de mucho talento" consideró, destacando que es una forma de poder apoyar el desarrollo de los nuevos artistas plásticos.


La buena química entre maestro y aprendices llevó a que surgiera una clase para profundizar la técnica de pintura al óleo, asado mediante. "Me sorprendió, pero ellos quieren hacer unos ejercicios" contó. "Yo quiero que cuando yo me vaya de acá puedan seguir sin mí, por eso quiero que hagan todo. Si yo me voy mañana no es un problema, aprendieron muy rápido", insistió el artista internacional que seguirá en San Juan hasta poco antes del estreno de la gran apuesta del teatro sanjuanino. 


"Todo lo que hicimos antes nos preparó para esto", dijo Cristian Guajardo, director operativo del Bicentenario en relación a la tarea de producción que encaran por primera vez. Él trabaja para la logística necesaria para este taller creativo, como estar al tanto de la tela necesaria (que tiene que ser liviana porque luego se vuelve pesada con la pintura, dice) o los litros de pintura al agua que utilizan los pintores en esta monumental tarea, que está al nivel de los grandes teatros del mundo. 

Matutinos. El grupo de la mañana en plena tarea.
Posta. Otra tanda de artistas se suma a Gunnar por la tarde.

Las cifras
2.000 
Son los metros lineales de liencillo de 210 gramos con los que confeccionarán los telones para la Flauta mágica, en la primera incursión del TB en este tipo de escenografía.

11 Es la cantidad de conjuntos de telones que fabricarán, que serán usandos en 11 escenas de la obra de Mozart.

 

Otra mirada. Desde un andamio, Ahmer puede controlar la marcha de la pintura.
Portalatas. Cajones de madera antiderrames.
Herramientas. Elementos de limpieza se convierten en pinceles para el trabajo a gran escala.