¿Un año para recordar? Si no es así, pasa raspando para Silvina Luna, quien después de recalentar la red de redes con un videíto porno, pegó el portazo y se fue a Europa. La castaña permanecerá en el Viejo Continente hasta que la marea se calme. De acuerdo a Primiciasya.com, el viaje ya lo tenía planeado desde antes, para desconectarse del trabajo, pero con este tsunami que llegó hasta los Estados Unidos, apuró el vuelo.
Luego de confesar el protagonismo de las imágenes -que habrían sido robadas de la PC de Martín Vari, su partenaire en la candente escena a viñedo abierto-, la chica ya inició acciones legales. "El camino a seguir es el bloqueo de los buscadores a los sitios que tienen el video", dijo Martín Leguizamón, su letrado, sobre la causa que tendrá a Cúneo Libarona en lo penal. "Es un delito absoluto lo que hicieron. Se metieron en una computadora a robar ese video privado e íntimo", se acopló Silvina, a través de un mensaje de texto a Luis Piñeyro, panelista de AM.
Claro que -sobre todo, después de la plaga de fotis XXX de figuras como Juanita Viale y Gonzalo Valenzuela, Silvina Escudero, Romina Ricci, Karina Mazzoco, Panam, Claudia Ciardone y otras- hay quienes dudan que sea una maniobra en contra de la modelo, sino un efectivo truco para mantener vigente esa carita en la que nadie reparó en el video. Según la ácida Moria Casán, son artimañas de "las outlets", que por "cinco minutos venden hasta la abuela". Por otro lado, Crónica publicó que Silvi fue extorsionada, y como no pagó los 50 mil pesos que le habrían pedido, tuvo que bancarse la escandalosa ¿venganza?
Nacida el 21 de junio de 1980, su destape fue en la segunda edición de GH (2001). Pese a que tuvo que adelgazar unos kilitos para volver a lucir unas esculpidos 95-61-95, pronto se calzó las plumas en las revistas porteñas. Hasta mostró sus dotes de bailarina en la pista de Showmatch, donde -dicen- también hubo química con Tinelli en 2009. Volvió a ser noticia cuando salió a la luz su affaire con Aíto de la Rúa, pero hoy hace saltar la térmica con tomas que sonrojan hasta a la Coca Sarli. Para el recuerdo, sin duda.