Mientras la vida de Cerati respira incertidumbre en un nosocomio -y la música se angustia de penas y plegarias-, su mundo paralelo se asfixia en especulaciones, adivina su destino y lo hace con zoom. Al menos, el hermetismo que rodea el estado de salud puso en el tapete un capítulo de muerte, mala praxis y agradecimientos. ¿Protagonistas? Pity Alvarez, la revista Noticias y la privativa familia del músico. Empecemos a revisar el portafolio del intríngulis. El cantante de Viejas Locas, aseguró el sábado pasado (en un concierto cordobés) que "Cerati se murió hace dos días" y que "no trascendió por una cuestión de negocios". "De onda. Lo mejor es que se muera. Sería una pena tener a un tipo como Cerati en una silla de ruedas, sin que pueda hablar", dijo sin pruritos el rocker -y sin citar a ninguna fuente oficial- para luego redimir sus explosivos dichos con un "fue de buena leche". Las fortísimas declaraciones del excéntrico se cruzan a la sagacidad de la revista "Noticias" que, en el tren de los ruidos y confusiones, instaló la supuesta "mala praxis" de los médicos venezolanos. La publicación advierte que en las primeras 48 horas de su isquemia, no recibió el tratamiento adecuado o los estudios necesarios para evaluar correctamente la gravedad del primer ataque (en teoría, si los especialistas de la clínica La Trinidad hubieran actuado con urgencia, evitaban el ataque cerebral posterior, se lee). Para agregar espinas, inclusive hay quienes aluden a "órdenes superiores" para "hacer todo lo posible para que Cerati no muera en Venezuela". ¿Que dice la familia de Gustavo a todo esto? Gracias. Pero al centro médico de Caracas. Sí, dejó por un momento el ostracismo y agradeció ayer en un comunicado las atenciones médicas que recibió allí. ¿Se puede manosear tanto a un paciente que lucha por su vida? Entre tanto ostracismo, especulaciones y disparates, parece que sí.