En su nueva vida fuera de la realeza, o en su intento de "ganar un ingreso profesional", Meghan Markle ya consiguió su primer trabajo. Según publicó el diario The Times, la hasta ahora duquesa de Sussex firmó un contrato con la compañía de entretenimiento Disney para ser narradora "en off" en una de sus producciones. Lo habría cerrado incluso antes del anuncio de esta semana que sacudió a la Casa Real.

Según The Times, los honorarios de la actriz estadounidense se destinarán a la fundación ambientalista Elefantes Sin Fronteras, una ONG que ayuda y protege a los animales de la caza furtiva.

El acuerdo entre Markle y Disney se habría firmado en las últimas semanas y, según el diario, la grabación ya se hizo, justo antes de que la actriz estadounidense junto con su esposo, el príncipe Harry, y su bebé, Archie, se fueran a Canadá, donde pasaron la Navidad.

Antes de ingresar a la vida "real", Markle era una actriz reconocida que fue protagonista de series muy exitosas a nivel mundial, entre ellas Suits, por lo cual, dicen sus cercanos, le gustaría retomar contacto con su verdadera pasión.

A pesar de que la corona no se tomó bien el vínculo de Meghan y Disney, sus amigos aseguran que la actriz está muy conectada en la industria de la moda y hay muchas marcas importantes a las que les gustaría asociarse con ella en distintos proyectos. Según publicó otro medio británico, Daily Mirror, la pareja se está asesorando con Barack y Michelle Obama sobre los negocios que podrían llegar a cerrar después de abandonar la realeza.

Ingresos

 

En una declaración oficial compartida en su sitio web y cuentas de redes sociales, el duque y la duquesa de Sussex escribieron que tenían la intención de "dar un paso atrás" como miembros "mayores" de la familia real, pero continuarían apoyando a la reina Isabel II.

La mayor parte de la riqueza de la monarquía británica se deriva de tierras e inversiones heredadas. Los contribuyentes británicos también apoyan a la familia real a través de una "concesión soberana" emitida por el tesoro. Pero esto prohíbe a los miembros de la familia real obtener ingresos como profesionales, empero, al elegir la independencia financiera, Meghan y Harry ya no recibirían dinero a través de la subvención soberana y podrían trabajar profesionalmente.

Se estima que el patrimonio neto de Meghan es de aproximadamente 5 millones de dólares de su carrera como actriz, y el patrimonio neto de Harry es de al menos 25 millones, compuesto por una herencia de la princesa Diana y una asignación anual del príncipe Carlos, que podría quitársela, incluso. No se sabe cuánto de esto proviene de la corona.