A medida que pasan los años, los recuerdos de la infancia se convierten en verdaderos tesoros para compartir. Sobre todo si se trata de aquellas travesuras que en el momento nos hicieron temblar de miedo o vergüenza, de sólo imaginar la cara de mamá o papá si se enteraban de lo ocurrido…. o por el reto que finalmente llegó como broche de oro de la picardía en cuestión. En homenaje a esos niños y niñas que fueron (algunos más traviesos que otros), siete artistas locales recuerdan una de sus picardías, travesuras de infancia que aún hoy siguen arrancándoles una sonrisa y que se animaron a contar a los lectores de DIARIO DE CUYO, caracterizados para la ocasión.
Mi gran travesura

