Nació en Uruguay en 1913, en el seno de una familia humilde. Viajó a Buenos Aires, después a Mendoza y por un concurso para hacer una escultura de Juan Jufré en Concepción -que obviamente ganó-, llegó a San Juan en 1948. Lo que quizás no sabía por entonces es que no sólo no iba a abandonar esta tierra, donde se enamoró y en la que nacieron sus hijos, sino que además le legaría una serie de magníficas obras que inmortalizaron su genio y su nombre. Hasta aquí, quizás, el lado más conocido del gran escultor Miguel Ángel Sugo, cuyo talento quedó plasmado además en el friso de la iglesia de Desamparados, el monumento al Padre Garbini, el bajo relieve de la Legislatura (antes Hotel Eva Perón y posterior Sussex), la estatua de Federico Cantoni, el busto de Paula Albarracín de Sarmiento situado en el Colegio Nacional, el medallón tallado al lado de la frase Las ideas no se matan, en Rivadavia; y la fuente de estilo renacentista de la plaza 25 de Mayo, por citar algunas. Pero la próxima semana, los amantes del arte, de la historia y todo interesado podrán descubrir el lado menos conocido -y hasta podría decirse íntimo- de este artista autodidacta y prolífico que echó raíces en la provincia. Tras un intenso trabajo realizado entre la Alianza Francesa, la Fundación Aguaribay y la familia Sugo, que demandó casi dos años de relevamiento, investigación y estudio, finalmente el 18 de abril quedará inaugurada "Monumental", una exposición que sacará a la luz obras inéditas, correspondencia, dibujos, maquetas, fotografías, documentos y mucho más de Miguel Ángel Sugo Galeano. Tesoro que permaneció resistiendo el paso del tiempo en el taller que Sugo -fallecido en 2003- tenía en su casa. Tras sacudir el polvo, abrir sobres y separar trastos, fue resurgiendo abundante y valioso material, que bien suma a la riqueza patrimonial de la provincia. 


"Hace mucho vengo con esta iniciativa de querer salvar el taller del viejo... pasó el tiempo, hablé con mucha gente pero nada se pudo conseguir, hasta que un buen día conocí a Daniel Isaza (director de la Alianza Francesa), quien se mostró muy interesado y se armó esta exposición. Le debo mucho a la Alianza... Empezamos a juntar papeles, algunos de antaño... hemos redescubierto cosas, algunas que me han maravillado", comentó conmovido a DIARIO DE CUYO uno de los tres hijos del escultor, el violinista Miguel Ángel, quien precisó que esta primera incursión se mostrarán "el material más y menos conocido de mi viejo, desde maquetas de obras que están hoy en espacios públicos hasta proyectos que nunca se concretaron". En esa última línea se inscriben, por ejemplo, las maquetas de las 14 estaciones del Vía Crucis que tenían como destino Vallecito y un gran friso en homenaje a los fallecidos por el terremoto de 1944, que iba a emplazarse en la Plaza Hipólito Yrigoyen (la de la Joroba), "porque ahí se rellenó con escombros de esa catástrofe".

"También hay dibujos y documentación, como correspondencia que mantuvo con el arquitecto italiano Ernesto Puppo, quien diseñó el antiguo hotel Eva Perón y la iglesia de Desamparados, donde según lo que hemos analizado, vemos que Sugo no sólo hizo el friso de la iglesia, sino también el retablo mayor", acotó Isaza.


"Investigamos, vimos documentación privada, apuntes, cartas... por eso demoramos; pero es tanta su producción que da para muchas muestras muy interesantes. Imposible agotar todo en esta exposición, aunque puede ser una posta que luego pueden tomar las autoridades", agregó entusiasmado Isaza.


"Esta exposición es abrir una puerta", definió Miguel, con la esperanza de que el rico legado de su padre no muera en el olvido.

DATO

  • "Monumental" inaugurará el 18 de abril a las 21 hs en la Alianza Francesa, con entrada libre. Estará disponible hasta el 14 de junio.

Maquetas. Juan Jufré. Una de las estaciones del Vía Crucis, que no se concretó, otras del friso de la iglesia.