Lisa Marie Presley, la hija de 42 años del desaparecido Elvis, despidió a dos empleadas de su mansión por negarse a firmar un "acuerdo de confidencialidad" que les prohíbe revelar detalles de la casa y fotos de sus familiares "vivos o muertos", según The Sun. Sobre la actitud de la ex del fallecido Michael Jackson, un amigo de las asistentes señaló que "fue un atentando contra sus derechos humanos". Y… se metieron en la boca del lobo.