Con su ingenuidad como bandera, logró destacarse en un ambiente artístico donde los cuerpos esculpidos son moneda corriente y permanecer en el tapete es tarea difícil. Pero Karina Olga Jelinek pudo hacerlo y cada tanto es noticia gracias a alguna de sus ocurrencias.

A sus 29 años es una de las mujeres más deseadas del país, pero la autora de la popular frase ‘lo dejo a tu criterio’ está orgullosa de ser una señora casada desde hace casi dos años, aunque tuvo que desmentir rumores de ruptura con su marido Leonardo Fariña (26) en varias oportunidades, pero finalmente llegó la foto que confirmó que siguen juntos.

Ella asegura que su marido decidió ‘tener un perfil más bajo’ y no mostrarse con ella en eventos, lo que para la escultural modelo no es un problema porque dice que es independiente y no necesita ‘un marido para tener prensa’. ¡Claro que no! Si ella logra espacio solita cuando comienza a contar detalles intimísimos de su vida privada, como los ventilados en una nota con la revista Gente, que la mostró muy sexy en una sesión de fotos en Punta del Este. ‘Cuando viajamos compramos cositas que me encantan, como plumeritos, o un aceite que te lo ponés y te da calor’ contó la morocha despertando los ratones masculinos al contar que tiene sexo todos los días. ‘Mínimo una vez al día. Sino, lo echo de casa… ¡Lo obligo!’ declaró la joven, incluso destacando los beneficios que recibe. ‘Está muy bueno hacer el amor todos los días… ¡Amanecés con una sonrisa!’, recomendó.

Sin un lugar fijo en el teatro o la televisión (el año pasado hizo un reemplazo en el programa de Marcelo Tinelli y deleitó con un hot streaptease), la modelo aprovecha las redes sociales para mantenerse vigente, ya que tiene más de 182 mil fanáticos en Twitter que comentan día a día las actividades que Karina realiza y ella, muy generosa, comparte cada tanto algunas imágenes. Como cuando hace algunos días subió sus fotos haciendo yoga en un diminuto bikini, al costado de una pileta.

Sin dudas la chica sabe venderse y aunque parece que el dinero de su marido le es suficiente por el momento, Karina Olga se las arregla para no ser olvidada como integrante necesaria de la farándula vernácula y volver al ruedo cuando haga falta.