Zurbarán. En 2008 hizo allí la primera de las varias exposiciones individuales que albergó esta importante galería nacional, una de las que más promocionó sus obras en el país y el extranjero. Su propietario, Ignacio Gutiérrez Zaldívar, comentó hace unos años a DIARIO DE CUYO que "pocos se pueden resistir a sus azules, a sus marrones, a sus empastes (...) Represento al 50% de los artistas nacionales y puedo decir que Mario es uno de los 10 más demandados. De hecho, el 70% de sus obras está en Estados Unidos". Y agregó: "Considero que Mario es el más grande artista de la historia de San Juan luego de Franklin Rawson, en el siglo XIX. Pero además tiene una rareza: en vez de venir a Buenos Aires, donde atiende Dios, se quedó en su San Juan. Y desde allí cuenta sus recuerdos de infancia, con esos grandes cielos estrellados de la provincia, los bailes populares... Como suele suceder, su sencillez es lo que lo hace grande".


Ídolo de un ex Beatle. Fue en 2011 cuando Mario recibió una de las noticias más increíbles. "Sanjuanino, estás de suerte', le dijo Gutiérrez Zaldívar, propietario de Zurbarán, quien le llamó para avisarle que un famoso había visto sus obras y había quedado tan impresionado, que compró una escultura y un cuadro "de los azules", aunque no precisó cuál. Era nada menos que Ringo Starr, que estaba en Buenos Aires en ocasión de actuar en el Luna Park. "Que una persona como él se haya fijado en mi obra y que encima quiera poseerla, es fuerte. No sé, pensar qué resorte habré tocado en su interior para que él quiera tener una obra mía... es glorioso", comentó Mario entonces.
 


En Gente. En 2014, Mario fue nota central de Revista Gente, que le dio cuatro páginas a color. "Hijo de una modesta familia sanjuanina, dibuja y pinta desde niño. No le fue fácil llegar desde allá hasta Buenos Aires y el mundo. Pero lo conquistó con su talento. Expone y vende a alto precio en los más exigentes mercados del arte universal... sin moverse de su provincia. De sus amadas raíces", dice la presentación de la nota realizada por Alfredo Serra. Allí, Pérez también explicó sus grandes universos con sus diminutos seres, y sus cautivantes noches: "El hombre y sus limitaciones frente a la vastedad del mundo. Somos como juguetes de una mente superior", dijo. Y agregó: "De noche todo explota en color y hasta en aromas, los rojos, los verdes, como si comenzara una nueva creación. Otra forma de eternidad. El día es esquivo, así que debo atrapar la noche".
 

Tambores de libertad. Óleo sobre tela de 1,20 x 1,50 cm, fue la pieza de Mario Pérez que eligió la Ascaso Gallery en Miami, en agosto pasado, para la muestra Masterpieces, donde el sanjuanino fue uno de los 14 pintores internacionales seleccionados, junto a artistas de la talla de Fernando Botero y Jeff Koons. 
"¡Exponer con todos esos maestros es increíble! Son habitué de las grandes Bienales del Mundo, de los mejores Museos de Arte Moderno. Es un orgullo, es por lo que siempre trabajé y, ahora, estar con grandes pintores y escultores, varios de ellos ya consagrados mundialmente, es maravilloso, es soñado...", expresó Mario a DIARIO DE CUYO.
 

En la Wynwood 28 Art Gallery. En agosto pasado, también, Mario compartió una noticia que lo llenó de orgullo: por primera vez el pintor y escultor era protagonista de una muestra individual en la Wynwood 28 Art Gallery, de Florida, con la que comenzó a trabajar el año pasado y en cuyo Facebook se lee "Estamos completamente conmocionados y tristes con la noticia' (de su muerte). Deep Blue se llama la muestra, que este mes continuaba en la galería, con nueve producciones inéditas. Entre ellas, tres piezas de la serie Pocito de Luz, que hace referencia a la infancia del autor, a las noches bajo el cielo del barrio Capitán Lazo en el que vivió hasta su juventud. Los otras son de la serie "Barquitos", temática nacida hace tres años a la que agregó nuevas naves "del mundo de los sueños y la magia". "Yo hago barquitos, arcas, los espacios conceptuales azules y no voy a salir de ahí", señaló.