Cuando el 16 de mayo de 2010, a sus 50 años, Gustavo Cerati se convirtió en noticia internacional -había sufrido un desvanecimiento al concluir el exitoso show en la Universidad Bolívar de Caracas, Venezuela, cierre de la gira Fuerza Natural-, la alarma general se topó con un comunicado oficial, tranquilizador, fechado ese mismo día a las 5.20.
"Luego de finalizar anoche el último show de este tramo de la gira en Caracas, Gustavo sufrió una descompensación. Debido a que la noticia ha trascendido, informamos que se está recuperando favorablemente", decía la web oficial cerati.com. Ocho horas más tarde, en la misma sintonía, publicaba: "Ante los trascendidos, informamos que luego de finalizar el show de anoche, Gustavo sufrió una descompensación por una suba de presión debido a estrés y agotamiento, de la que se está recuperando favorablemente. Posteriormente y por precaución, se dirigió a una clínica de Caracas para realizarse chequeos médicos de rutina, donde le recomendaron reposo. Una vez finalizados los estudios, continuará con su viaje a Buenos Aires". Pero para el mediodía varias versiones ponían en duda estas palabras.
Teñidas de confusión transitaron las primeras horas. Hermetismo y rumores. Una vigilia mechada de informaciones extraoficiales que molestaron al círculo íntimo del ex Soda.
En junio, la mamá y las hermanas -Lillian, Laura y Estela- agradecieron la atención brindada en Venezuela, país donde tuvo que ser intervenido de urgencia para disminuir la presión cerebral y que, en cuanto lo estabilizaron, dejó en un avión sanitario, para ingresar al Instituto Fleni el 7 de ese mes. Pasó un tiempo hasta que un parte médico habló de "coma" y de "infarto extenso en el hemisferio cerebral izquierdo y daño del tronco cerebral secundario a hipertensión endocraneana".
Recién en agosto, para el primer cumpleaños tras el ACV, volvieron a comunicarse "Hoy nuestro deseo y el de muchísima gente es sólo uno: tu recuperación. Te amamos y te esperaremos todo lo que sea necesario", dijeron. El 25 de octubre de 2010 se anotició el paso a la clínica Alcla, sin complicaciones. En diciembre de ese año hubo reacciones a estímulo térmico y plan de desconexión. La ilusión volvía. El 2011 comenzó "sin grandes novedades (…) Nuestro dolor muy sostenido por nuestra esperanza", expresaban. Así fueron pasando los días. Cada tanto aparecía otro comunicado para informar de su estado, agradecer muestras de cariño y repudiar informaciones falsas.
El 11 de agosto de 2014, la web oficial recordó su cumpleaños 55 y comunicó que no había cambios. "Agradecemos las expresiones de afecto y acompañamiento, como así también las actividades que difunden y mantienen vigente su extensa obra", firmó la familia. Era el último contacto, hasta ayer, cuando sobre las 16.30 postearon el comunicado de su muerte. "Les agradecemos el respeto y la consideración con que siempre acompañan a nuestra familia", cerró la página oficial esta larga y triste historia.

