Esta madrugada, a los 80 años falleció en Punta del Este el escritor y periodistaRodolfo Rabanal, que estaba enfermo de un cáncer de páncreas.Había nacido en Buenos Aires el 15 de junio de 1940. Como periodista desempeñó varias funciones: fue corresponsal, jefe de Redacción y columnista en diarios, en especial en La Opinión, LA NACION y en los últimos años en Página/12, y en revistas como Primera Plana, Panorama, La Semana y El Periodista. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín, se desempeñó como subsecretario de Cultura de la Nación. No se consideraba a sí mismo "un militante partidista" sino un gestor cultural, preocupado por la "educación atroz" en el país.

Se destacó como novelista y ensayista literario. Su primera novela, El apartado, se publicó en 1975. En 1978, dio a conocer Un día perfecto. "El libro trataba sobre el destierro y los exilios en un mundo ceñido entre fronteras impermeables -escribió el autor en el prólogo a la reedición de 2007 en Seix Barral-. El ansia de libertad y la desesperanza corrían parejas como en un mal sueño". Un año después, recibió la beca Fullbright para participar en el Taller Internacional de Escritores de la Universidad de Iowa, donde avanzó en su tercera novela, En otra parte, de 1981, que había comenzado a escribir en inglés.

"Yo me sentía como un extranjero que llegaba con una mirada antropológica para ver lo que pasaba, como hacen ellos cuando vienen acá -declaró en una entrevista-. Entonces empecé a invertir la mirada; lo que nunca se vio como mágico de pronto se me hizo mágico". A su regreso de Estados Unidos, después de un año de vivir en Buenos Aires, se instaló con su familia en París, donde trabajó como traductor para la Unesco por un año.

En 1984, publicó su cuarta novela, El pasajero y, en 1988, el proyecto de una de sus mejores novelas, La vida brillante, fue premiado por la Fundación Guggenheim de Nueva York. Con ese libro Rabanal recibió años más tarde el Premio Municipal de Literatura de la ciudad de Buenos Aires. Dueño de una escritura sobria y refinada, ingeniosa y sensual, su obra fue elogiada por lectores y críticos. En 1987 escribió el guion de Gombrowicz, o la seducción, film de Alberto Fischerman, dedicada al "héroe polaco"."Solo lo propio determina un estilo, aunque sea el resultado de un millón de influencias", señaló Rabanal acerca de sus lecturas.

Vivía en Uruguay, cerca del mar, con su pareja, Cristina Hernández. "Uruguay tiene espacio para las personas -declaró-. Allí no se conoce la crispación política que tanto daño nos hace a nosotros". Desde Punta del Este, escribió las últimas columnas de opinión para Página/12, referidas a las circunstancias experimentadas durante la pandemia, a uno y otro lado del Río de la Plata.

Publicó los libros de cuentos No vaya a Génova en invierno y Los peligros de la dicha y novelas como El factor sentimental (1990), Cita en Marruecos (1995, con el que ganó el Premio de los Trece de la ciudad de Buenos Aires y resultó finalista del premio Rómulo Gallegos), La mujer rusa (2004) y El héroe sin nombre (2006), ambientada en los "años de plomo" en el país. Es autor del extraordinario libro de ensayos El roce de Dante, de 2008. En 2011, dio a conocer La vida privada, novela "compuesta de intenciones y percepciones", según dijo el autor a este diario, y que se puede leer en tándem con La vida escrita (2014), volumen en el que reunió anotaciones personales y memorias sobre los diferentes contextos históricos que atravesó, de la dictadura militar a la guerra de Malvinas, y de la vida en el exterior al retorno de la democracia en la Argentina. Al presentar ese libro en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, dijo: "La escritura, para mí, siempre fue la búsqueda de un sentido para la vida".