Suenan bien, tienen buena repercusión entre el público con covers de rock clásico en inglés, que siempre son bienvenidos con buenas versiones. Cristina Acosta, Julián Olivera, Guillermo Guidi, Marcelo Schepis y Adriel Rizzato componen Doce cuerdas, una banda cuyo nombre no se escuchaba demasiado en la escena musical pese a que lleva varios años desde su formación porque tocan como hobby pero en lo que va del verano anotan 5 actuaciones en distintos bares y una próxima el 25 de febrero (en La Madeleine, Alianza francesa). 


Ellos se presentan como una banda de amigos unidos por la música. Los cinco destacan la calidad humana, el encuentro, el entendimiento que tienen puertas adentro de este grupo con el que ensayan todas las semanas y que es su cable a tierra. Si hay actuaciones, bienvenidas sean, pero coinciden en que no pueden dedicarle más tiempo por sus ocupaciones diarias y la familia. Tienen la particularidad de que todos son profesionales de carreras alejadas de la música: Marcelo y Cristina son abogados, Guillermo y Adriel, ingenieros eléctricos y Julián diseñador gráfico. 


Doce cuerdas, comenzó con la idea de ser una banda de temas acústicos, a dos voces, dos guitarras y percusión simple. Con fuerte influencia del rock internacional de los 80 integran su repertorio canciones de The Police, Roxette, Bryan Adams, Bon Jovi, The Beatles, Guns'n Roses pero también las recientes Shallow de Bradley Cooper y Lady Gaga Photograph de Ed Sheeran. Establecen influencias también del rock nacional, principalmente Soda Stereo y Serú Girán, aunque por ahora no incorporaron temas en castellano. 

'Es difícil encontrar un grupo de amigos, buenos músicos, mejores personas todavía y que compartan el mismo gusto por la música' Marcelo Schepis

Marcan los inicios de la banda en el trío que armaron Marcelo , Cristina y Guillermo en 2014, luego de reencontrarse tras muchos años. Ellos se habían conocido actuando en el coro de la Parroquia de Guadalupe cuando tenían 13, 15 y 18 años respectivamente. 'El nombre de la banda tiene una connotación acústica, éramos dos guitarristas. Cristina propuso a Julián como invitado para temas a dúo y después quedó como voz principal' recordó Marcelo quien resaltó que 'es difícil encontrar un grupo de amigos, buenos músicos, mejores personas todavía y que compartan el mismo gusto por la música, bueno eso fue posible con Doce cuerdas'.


Marcelo toca la guitarra, que aprendió de los apuntes que dejaba la profesora que le enseñaba a su hermana. 'Siempre hice algo de música en la niñez, nunca la vi como una primera profesión, pero siempre fue un cable a tierra' dijo Schepis que es abogado, trabaja en el Poder Judicial y da clases en la Universidad Católica de Cuyo. 


 Cristina es una de las voces, además de ser la tecladista. Ella también hace música desde niña y desde los 18 tiene una banda con sus cuatro hermanos. Es abogada pero fue capaz de abandonar su carrera universitaria por cantar, aunque sea un tiempo, porque después retomó la facultad, se recibió y hoy trabaja en el poder judicial. 'La música siempre fue una parte importante de mi vida. Alguna vez consideré que fuera mi profesión; en un momento la música me tiraba mucho, así que un par de años abandoné la carrera de derecho y lo hice; finalmente retomé, pero seguí tocando' relató Cristina.


'Doce cuerdas es antes que un grupo musical, un gran grupo de amigos , gente que admiro mucho , que quiero mucho porque son muy buenas personas, así que juntarse para hacer música o para compartir el momento, es muy lindo, se disfruta mucho' comentó Guillermo Guidi. Él es ingeniero eléctrico y trabaja en el Instituto de Energía eléctrica de la UNSJ- Conicet. Aprendió a tocar la guitarra de niño y luego se sumó al coro de la iglesia. Su relación con la guitarra se apagó a los 25, cuando se casó. Padre de tres, contó que cuando la familia se acomodó un poco decidió volver a tocar y fue junto a dos reconocidos músicos como José Daniel 'Yeidi' Flores (su cuñado, además) y Luciano Flores. Después empezó su historia musical con Doce cuerdas. 

"Nuestros amigos nos acompañan mucho en las presentaciones y a la gente que no nos conoce que le traemos el recuerdo de temas de su adolescencia". Adriel Rizzato.

Julián es la otra voz de Doce cuerdas, además del bajista. 'El gusto por la música nace con mi viejo ( el periodista Ricardo Olivera), él escuchaba mucha música rock internacional, nacional y folclore. Empecé a tocar la guitarra tratando de sacar temas de oído. En la secundaria armé una bandita, después estudiando Diseño gráfico también surgió otra y como hacía falta bajista, me quedó con ese instrumento aunque me gustaba más la guitarra'. En el 2000 se sumó a Pecado original, la banda de Cristina y sus hermanos. Por eso en 2014 ella lo invita a Doce cuerdas. 


'Alguna vez pensamos en hacer temas propios, pero la familia, el trabajo, la falta de tiempo nos llevó a hacer covers y a practicar cada uno en su casa hasta juntarnos una vez por semana' apuntó Olivera que consideró que en su dinámica la banda es 'bastante democrática' . 


'Cuando ingresé había intervención de batería, después de mi incorporación, cambió la impronta del grupo a una versión más rockera , más de escenario' describió Adriel, quien recordó que a los 12 años tocaba el bombo, aprendido en su infancia en Rodeo. Pero la batería era lo que lo seducía y por eso ingresó a la Escuela de música pero allí tampoco pudo estudiar batería. Se quedó y aprendió percusión, después se compró una batería y formó una banda en el secundario. Fue integrante de Efecto Doppler hasta el 2010.


El 2020 fue difícil para ellos también, aunque el cierre de los escenarios no les representó un perjuicio económico, sí sintieron la falta del encuentro musical, por lo que grabaron dos temas a distancia que luego compaginaron. Dicen que gracias a esas canciones que subieron a las redes salieron varias de las presentaciones que han tenido desde la reapertura. 


Que les gustaría grabar un disco de covers o temas nuevos, que están abiertos a nuevas actuaciones dicen; que es un hobby, sí, también pero practicado con toda la pasión y la entrega.