Iván Noble regresa a San Juan y esta vez trae un álbum que tiene apenas unos meses en la calle y que por primera vez no tiene ni un solo tema de su autoría. "Mujer y ego" reúne las canciones que el autor de Dame un motivo, Para qué sufrir, Waterloo, Princesa tibia y otras tantas, siente que le hubiera gustado escribir y que pertenecen cantautoras o que fueron popularizadas por grandes nombres femeninos; y así eligió canciones de Natalia Lafourcade, Julieta Venegas, Celeste Carballo, María Elena Walsh, Rosana o Shakira. 


De gira por Cuyo, este viernes actuará en Hugo (ver aparte) mostrando cómo reinventó esas canciones que "envidia", como reconoció en esta charla con DIARIO DE CUYO y que el 7 de diciembre presentará en el Teatro Ópera en Buenos Aires.

-¿Cómo elegiste las canciones?


-En principio yo quería que no fuera un disco estrictamente de rock así que elegí autoras o intérpretes de distinto género; por eso va desde María Elena Walsh hasta Shakira, lo que tenían que tener en común las canciones es que las envidiara, que fueran canciones que me hubiera gustado escribir a mí. Que ese fuera el hilo conductor. Y sí, las envidio porque son todas canciones muy sencillas y hermosas y me hubiera gustado escribirlas. Por distintos motivos, algunas me emocionan desde la historia que cuentan, otras me parecen muy actuales... es muy difícil decir por qué la canción te pone la piel de gallina, por suerte ese misterio nadie puede describirlo del todo.

-¿Cómo fue el trabajo para hacer tuyas esas canciones?


-El desafío más grande era que tuvieran la impronta personal. Es delicado cuando uno trabaja en una canción ajena por un lado, por supuesto, uno quiere respetar la esencia de esa canción, pero por otro, quiere ponerle su color. Es como si estuvieras cuidando una criatura ajena, es delicado, pero es un lindo trabajo. Yo soy compositor y estoy acostumbrado a escribir pero en este caso me pude poner solamente a interpretar y estuvo bueno.

-¿Da más libertad saber que ya son canciones conocidas?


-Al contrario, sentís más responsabilidad que si fueran canciones de uno mismo. La responsabilidad de tratar de agregarle algo que la canción original no tenga.

-¿Más responsable, pero más libre para la interpretación?


-Sí, si... estás jugando. Le estás poniendo ropas a la canción que son las tuyas.

-En esta época de cambio hacia la mujer, ¿como ubicas el disco en este contexto?


-Probablemente la época tenga que ver, uno está cruzado por las nuevas discusiones, los nuevos cánones y las nuevas preocupaciones. Yo soy un señor ya mayor, de 50 años, que revisa muchas cosas, como me parece que tenemos que hace los tipos que crecimos en otra época, que somos de otra generación. Pero el disco no es feminista, en el sentido de que no tiene una intención de ese tipo. Yo siempre canté sobre mujeres, tal vez para mujeres, pero nunca desde ellas, desde sus voces, sus preocupaciones, desde su cosmovisión. En ese sentido, este disco trata de tomar eso. 

-¿Qué sentís que tuviste que revisar?


-Todos, varones y mujeres, ante una época que pone arriba de la mesa cuestiones que antes no estaban (lo hacemos), está esta famosa deconstrucción de la que se habla, este revisar pensamientos, opiniones, chistes y conductas, sin sobreactuar, porque me parece poco genuino, no hay que sobreactuar feminismo; incluso discutiendo algunos postulados de alguna gente que adhiere al feminismo. Sobre todo tener claro que los dos o tres conceptos básicos, que son urgentes, hay que acompañarlos.

-¿Cuáles son esos conceptos que sí apoyás?


-Todo lo que sea estar alerta y vigilante sobre violencia de género, apoyar la interrupción voluntaria del embarazo, igualdad salarial ante mismas jerarquías laborales, sobre todo en eso.


-En la revisión, ¿alguna de tus canciones pudo haber quedado anacrónica?


-No lo sé, tendría que revisar las más viejas, de todas maneras en ese sentido en eso no creo que haya que ser tan estricto. Hay que entender los contextos y las épocas, ahí es donde uno puede sobreactuar, donde puede colgarse tribuneramente del asunto. Hay canciones muy lindas que probablemente tengan miradas anacrónicas o machistas, porque venimos de una sociedad así. Tangos viejos... que se escuchan ahora y difícilmente podrían ser escritos ahora; pero tampoco soy partidario de que el arte, las canciones, el cine, la literatura, tengan que ser políticamente correctos en ese sentido, porque si no nos quedaríamos sin la mitad de la historia de la humanidad occidental.


El dato
Iván Noble. Presenta Mujer y ego el viernes 29 de noviembre a las 21 en Hugo Espectáculos (España 30 sur). Entradas: $650 y $750 en Hoffman, Farmacia Echegaray.