Con 22 años de edad, Benito, el primogénito de Gustavo Cerati, se lanzó a construir su propia carrera musical con el grupo Zero Kill (inicialmente Blank Tiger, bautizada en 2013). Después de su primera experiencia discográfica llamada "Trip Tour", este año arrancó con todo produciendo su más reciente álbum "Alien Head" y del cual está haciendo una gira nacional. Motivo por el cual lo trae a debutar a tierras sanjuaninas y compartir escenario con la banda local Budda. DIARIO DE CUYO dialogó con él previo a su recital y brindó una charla abierta hablando de su presente artístico y el lazo afectivo y profesional que lo une con su padre.
– ¿Es muy arriesgado decir que es el despegue de tu carrera?
– Sí. En lo artístico consideramos este disco como mi despegue. Es claramente una piedra fundadora lo que tenemos ahora a donde queremos ir. Lo demás, dependerá de la gente que escuche y del afuera. Queremos estar tocando ya en San Juan y que la gente lo disfrute. Estamos muy motivados. Es un trabajo súper agradable y a la vez meticuloso. Recibimos críticas positivas y es agradable porque es el fruto de un trabajo arduo que tuvimos y los disfrutamos. Lo que se viene es hermoso todavía.
"Por los principios que me dieron y la forma en que me criaron, estoy agradecido. Lo principal que me enseñó mi papá
es ser humilde".
– ¿Cómo profundizás la experimentación y la búsqueda de amalgamar sonidos?
– Este disco estuvo bastante focalizado en hacerlo más accesible, no tan conceptual. Sin tantas piezas instrumentales y con más canciones. Siempre buscamos cosas nuevas y tener un sonido original. Hacer música para pegarla no puedo. Eso va en contra en lo que pienso. Pero quería ver cómo me iba en este formato canción.
– ¿El objetivo es valerte por sí mismo más allá del apellido?
– Sí, por supuesto, toda persona quiere encontrar su propia identidad.
– ¿Querés manejar tu propio destino, más allá de lo que te pida el mercado?
– Exacto, tengo la libertad de hacer lo que quiero. Tocamos con orgullo de saber que lo hacemos con meticulosidad y con las ideas claras.
– ¿Estás más identificado por la música de Bowie que por la de tu padre?
– No te creas, hay mitad y mitad. Las influencias musicales que tengo, las tomo a todas por igual. Bowie representó un quiebre. Me fanatizó porque pasó por tantos estilos que me abrió la cabeza para complejizar mi gusto musical. Con mi viejo ha pasado lo mismo. Haber escuchado a mi viejo primero, me permitió a escuchar a Bowie después.
– Seguramente, la pérdida del británico este año te afectó…
– Sí, por supuesto, fue muy triste comenzar el año así. Pero no cualquiera termina un disco brillante antes de morirse. Así, pese a la tristeza, a su muerte la vi como el acto final de una obra de arte.
– ¿Es cierto que Charly García aconsejó a tus padres que te cuidaran y no te promovieran antes de los 15?
– Eso me lo contó mi mamá. Igual salió mi disco un poco más tarde. ¡Menos mal! Porque siento ahora la madurez suficiente como para mostrar mi música. La movida de sacar un primer disco experimental que alienó a todo el mundo, fue inteligente hacerla. Despacio y sin apuro. Ninguna banda arranca al toque y ya se es famosa. Preferí andar en aguas pacíficas.
– ¿Tus padres te protegieron lo suficiente?
– Sí, es verdad tuvo mucho que ver el núcleo familiar. Por los principios que me dieron y la forma en que me criaron, estoy agradecido. Lo principal que me enseñó mi papá es ser humilde. Tener en cuenta al otro. Nunca impusieron nada que yo no quería. Si me dedicara a carpintero, hubiera estado todo bien. Pero la música fue más fuerte en mí. Nunca tuve límites en artísticos. No tengo preconcepto o parecerme a alguien o sonar como. No siento presión de ningún tipo.
– ¿Te molesta que te titulen como el "heredero"?
– No, es un título que yo no me pongo. Si a la gente le sirve eso, genial. Pero mi historia es única. No me considero heredero de nada. Jamás me llamaría así. No siento la necesidad de continuar nada. Sería absurdo de lo contrario, porque no sería yo. Estoy recién empezando y tampoco me puedo comparar con el principio de Soda Stereo. Son tiempos y caminos muy diferentes. Si bien lo tomaba a mi viejo como referente y hay algunas similitudes, no pienso en parecerme nada a él. La música de mi viejo fue la cuna que me permitió estar haciendo ahora. Tampoco debo compararme con nadie. Eso me da una tranquilidad absoluta.
– ¿Superaste tu duelo?
– Me parece que uno nunca termina de hacer duelo. A mediados del año pasado falleció mi abuela materna. Eso me pego muy fuerte también y estuve con palazos fuertes. Pero al final, siento que estoy en un gran momento en mi vida, mejor que nunca; y es parte de haber pasado experiencias traumáticas que me hacen madurar y ver a la vida con optimismo. Está bien, me falta esto, pero si miro todo lo que tengo por delante, ¿para qué me quedo acá hecho bolita, haciendo nada? Y cuando activo el chip y empiezo a vivir, me doy cuenta que con 20 años no puedo estar llorando todo el día.
– ¿Qué sentís cuando escuchás la voz de tu papá en alguna canción?
– Separo mi padre de lo que es el músico. Son dos entes distintos, de los cuales admiro por igual. Pero no me ha cambiado el antes y el después. Siempre mi padre estuvo presente. Lo que más extraño es a él, pero su música siempre está, quedó y la tengo para recordarlo.
El dato
Benito Cerati tocará junto a su banda Zero Kill en San Juan, presentando su álbum "Alien Head". Compartirá escenario con el grupo local Budda, este viernes 28 de octubre en Mamadera Bar (Lateral de Circunvalación Norte entre Matías Zavalla y Paula Albarracín de Sarmiento). A las 21.
