Los 21 de septiembre fueron y siguen siendo el motivo perfecto para reunirse y escuchar a las grandes bandas o estrellas musicales del momento que visitan la provincia para grandes espectáculos. Históricamente, la escena era dominada por el rock nacional. Pero con los años, las grillas artísticas fueron variando hasta que, en el último festejo, el trap, el reggaetón, el hip hop y el dancehall rompieron los esquemas, con una masiva presencia juvenil. Ysy A, Bahe, Emilia Mernes, Contratrap, Free Khalo, De Lorean y muchos más, fueron las figuras relevantes de gran convocatoria. Ante ello, las discusiones de los usuarios en redes sociales estallaron de inmediato, abanderadas por los nostálgicos que aseguraban que todo tiempo pasado fue mejor, y que primaveras eran las de antes. La polémica se instaló y los cultores locales del "rock" nacional cuestionaron: ¿por qué se llega a esta situación? DIARIO DE CUYO consultó a varios músicos sanjuaninos que vivieron aquellas jornadas que quedaron en el recuerdo, y reflexionaron que es necesario adaptarse a los nuevos tiempos.

Ángelo Muñoz -quien en las redes sacudió con frases como "Las bandas que traen son para los jóvenes y es lo que está sonando hoy por hoy. Si no te gusta, no lo consumas, es simple" y "Mi viejo detestaba lo que yo escuchaba cuando era adolescente. Relajen un poco" y "Estoy rodeado de viejos vinagres"- sostuvo que la industria de la música está cambiando y es inevitable: "Las generaciones son distintas. Antes las fiestas eran rockeras, sin embargo, la vanguardia de hoy es el trap, el hip hop y el reggaetón. Pero no me parece un desacierto que hayan venido estas figuras a San Juan. Pueden gustar o no sus letras o sus ritmos, pero no se puede ir en contra de los cambios". Y también admitió que "no hay bandas de rock que representen masivamente a los jóvenes de hoy".

Otro de los más activos en las redes fue Fernando Aguilera. "El cambio generacional tiene que suceder. El mercado te cambia la cancha y los chicos ya no eligen rock, prefieren otra cosa. Algo habremos hecho mal", dijo el referente de Roxana Porcelana y conductor radial, quien sostuvo que en la provincia, lo verdaderamente popular que se consume en términos musicales es el cuarteto o la música tropical: "Acá a la mayoría le gusta el ‘mueve cu…’. , se vende como loco eso y no lo critico. Al margen de eso, este chico de trap que vino nos dice que la movida viene por otro lado". Y agregó: "La gente que critica la ausencia de rock en la fiesta es de otra época, no le corresponde estar, ya son viejos chot… No es lugar ni siquiera para mí, porque hablamos de los 21 de septiembre que festejábamos nosotros. Ahora van nuestros hijos o nietos y sobrinos, a ellos les toca disfrutar. No podemos seguir con esa nostalgia de viejos. A mis padres les pasaba lo mismo cuando recordaban a Los Wawancó y a los Iracundos y rabiaban con lo que yo escuchaba".

En esta misma línea se posicionó Ale Segovia, que más allá de los gustos y simpatías personales, ve el recambio como algo inevitable: "Ponerse a censurar y criticar las nuevas tendencias me parece injusto. La moda es dinámica y hay que acostumbrarse, por más que puedan parecer fugaces y efímeras. Los gustos de mis hijos no tienen por qué ser los mismos que los míos. Lo que sí es preocupante es que no hay grandes figuras rockeras convocantes, pero no vale la pena llorar como vieja pocha añorando el pasado. La música sobrevive a las modas. Y los chicos no son tontos, saben apreciar la música de buena calidad", señaló.

Ana Laura Paroldi, que también se prendió en el debate, no era fan extrema del rock nacional, pero le pareció aceptable la propuesta de abrirse a los ritmos urbanos: "Es lo que los pibes escuchan, es normal que suceda. Cuando me juntaba a festejar, pensaba más en el encuentro de mis amistades que en un recital concreto. Pero lo que no está bien es que se monopolice un género. No todo es trap, también hay muchos jóvenes que escuchan indie rock, un subgénero que se diversifica bastante. Me parece que debería haber una apertura también por ahí". Por último, Grachi Moreno, otra voz referente del rock local, recuerda los grandes recitales de Los Piojos, Ciro y Las Pelotas. "Es cierto que los traperos están de moda, no estoy en contra de eso, pero la esencia de nuestro rock está perdiendo lugar. Igual, viene una nueva generación con otro empuje, otro aire y creo que el rock no va a morir, aunque los chicos de hoy sigan más al trap y al hip hop. Y no creo que al rock le falte convocatoria. Hoy me toca acompañar a mis hijos y aunque la nostalgia esté presente en mí, por los recitales que yo viví, hay que tener adaptación, aceptación y apoyar a los que hacen hip hop, porque reconozco que le ponen muchas ganas en lo que hacen", concluyó la cantante. El recuerdo de aquellos recitales masivos donde el rock era potencia, todavía está fresco. Sin embargo, todo tiene que avanzar y con el pase generacional, el espíritu por celebrar la música un 21 de septiembre, perdurará.

 

Otro escenario

El Camping de la UNSJ, Punta Tabasco y Costa Magna (los tres en el Dique de Ullum) y el Parque de Mayo -además de campings sindicales, clubes y otros espacios abiertos en los departamentos también- eran los escenarios predilectos para recibir a Los Piojos, La Bersuit, Attaque 77, Guasones, Las Pelotas, Intoxicados, Árbol, No te va gustar y otras bandas que supieron animar los 21 de septiembre. Hasta el 2005, aproximadamente, llegaron en general de la mano de productores privados, con alguna participación de organismos oficiales. Pero desde hace unos 10 años, la movida se concentró en inmediaciones del Parque de Mayo, con el mega espectáculo organizado por el gobierno provincial, con entrada gratuita. El mega festejo convivió un tiempo con las movidas privadas, hasta que estas empezaron a mermar y finalmente desaparecieron, ante la imposibilidad de competir con "la gran fiesta", que pasó por Libertador y Las Heras, el Costanera Predio Ferial, el Autódromo El Villicum y, la última, el Estadio del Bicentenario.