Músicos, actores y bailarina dan vida a esta obra de cámara creada por Stravinsky "para ser leída, tocada y danzada".
 

Más allá de los didácticos, o de puestas por el estilo, no es frecuente "ver" un concierto que incluya actores en el Auditorio Juan Victoria, menos aún en el marco de la programación de la Sinfónica de la UNSJ. Quizás por eso es que esta propuesta, que subirá a escena esta noche, ha generado mucho interés. Se trata de "La historia del soldado" (también llamada "Historia de un soldado") de Igor Stravinsky, una obra popular que combina amor, tentación, ambición y juego; y que -además de su riqueza artística- deja un profundo mensaje. El genial compositor ruso la concibió inspirado por un gitano violinista que vio en una feria. A partir de allí combinó música de cámara con teatro, con textos de Chales Ramuz. Y lo hizo en un contexto nada feliz: en 1918, durante su exilio de Suiza, en medio de la desolación de la Primera Guerra Mundial.

El Dato
"Historia del soldado" subirá a escena hoy a las 21,30 hs en el Auditorio Juan Victoria. Entrada general $100, en venta en boletería.

La obra tiene como protagonista a un joven soldado que se encuentra con el diablo, quien le ofrece cambiar su violín (representa su alma y lo que ama) por un libro mágico que brinda todas las claves para tener dinero, fama y poder. Tentado, el joven acepta y se queda con el diablo para enseñarle a tocar el instrumento. Cuando regresa al pueblo, nadie lo recuerda; ni siquiera su novia, que se casó con otro. Si bien el soldado logra hacer fortuna, es infeliz. Entonces sale en busca del diablo, quien le dice que puede recuperar el violín si gana una partida de cartas. Claramente es el diablo el que gana, pero José le roba el violín y huye. Con su música sana a la princesa del reino y, promesa del rey, se casa con ella; pero... al no cumplir su pacto, el diablo finalmente lo atrapa y lo lleva al infierno.


"El diablo tiene muchas máscaras... ¿Cuál es su apariencia? ¿Dónde está escondido? ¿Qué es vender el alma hoy?", actualiza Patricia Savastano, directora teatral, la moraleja de la obra.

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Alex Zuzuk (violín), Cornelio Gelvez (contrabajo), Daniel Blech (clarinete), Manuel Arellano (fagot), Fernando Naser Rivera (trompeta), Miguel Sánchez (trombón) y Miguel Domeneghini (percusión) son los músicos que -bajo la batuta de Emmanuel Siffert- comparten escena con la bailarina Marian Abraham (la princesa), los actores Silvio Guevara (el diablo) y Juan Becerra (el soldado) y el narrador Juan Abraham.

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Foto: Gentileza Patricia Savastano