Buenos Aires, 21 de diciembre.- “Tito me puede”, “No vi virtuosismo, vi carisma”, “Esta pareja es sincera”, en ese pequeño resumen de frases se puede explicar porqué Tito Speranza es finalista del Bailando 2011, luego de doblegar a Paula Chaves, quien no pudo repetir su final del 2010. Ahora él y Nadia Hair se verán las caras con Hernán Piquín y Noelia Pompa, ganadores del primer duelo ayer por la noche y que siguieron de cerca a sus rivales de mañana.

La definición llegó con el voto de la gente (superó el 58% de los votos) y la decisión del jurado quien lo había dado por ganador por 3-1 en la contienda de los cuatro estilos musicales.

Y hay mucho de cierto en esas frases, porque si no logró superar en cuanto a talento –por cuestiones lógicas- a la otra pareja, sí lo hizo en el escenario, en todo el contenido de la palabra. El momento de quiebre fue en el tercer ritmo, en la disco, cuando como ingrediente extra tuvo el contenido de las imágenes de los soñadores y sus destinatarios.

Allí, Tito tomó la palabra y su discurso fue capaz de conmover al jurado y al público en general. Pero la disputa se había iniciado antes. Con una paridad inicial que no llamó la atención.

Seguidos por la gente del Club 2 de abril de Posadas, Speranza y Hair se pusieron arriba tras interpretar un tema de Jean Carlos, artista que también sirvió de fondo para Chaves y Pablo Juin.

Tito se mostró sumamente nervioso en el tramo inicial y reconoció que no tenía comparación con el momento en que jugaba al básquet. Pese a haberlo exteriorizado, el jurado decidió premiarlo al mismo tiempo que se aprovecharon un poco de esos nervios para burlarse de sus inicios en el certamen y de su vestimenta, en especial Flavio Mendoza y Aníbal Pachano. Al grandulón no le quedó más que aceptar las críticas y poner la mejor cara de circunstancia.

Por su parte, Paula Chaves se mantuvo mucho más apagada que su rival, respetando su manera de ser. Apoyada por los chicos del club Unión de Villa Krause (los destinatarios del sueño), entidad que se hizo reconocida a nivel nacional por cruzarse con Estudiantes de La Plata en la Copa Argentina, logró igualar en el adagio de novela.

La chica de Olivos fue acompañada por su pareja Peter Alfonso, quien quedó en el umbral de las semifinales. A su vez, otra figura que estuvo presente fue Zaira Nara, quien parecía estar en Twitter (prohibido desde el “Alfanogate”) y se llevó el reto de Marcelo Tinelli.

Musicalizada por Valeria Lynch (y pese a que ella misma reconoció que no fue su mejor performance) pudo empatar, cuando parecía que Tito se robaba todos los aplausos apoyado por el Paz Martínez con “Una lagrima sobre el teléfono”. Luego de un pequeño golpe contra Tinelli –quien lo buscó desde el inicio- el ex guardaespaldas de Ricardo Fort tuvo que aceptar lo que hasta ese momento eran tablas.

Pero el parcial de 4-1 de los jurados en la música disco (que para Speranza implicó bailar Village People), fue un antes y un después en la noche.

Llegó el axé y todo tenía aroma a definido en este primer tramo. Carmen Barbieri y Flavio Mendoza parecieron comenzar a ratificar esto dándoles sus votos a Tito (y también a Nadia, destacada por Mendoza). Moria lo sentenció cuando dijo que “Paula abandonó el certamen el día que lo dejó Pedro”, en relación a su pareja. El llanto invadió el rostro de la rubia, y el castigo para Juin (“te falta sangre” fue la frase de Casán), liquidó el trámite en el jurado.

Tres a uno en el global de los ritmos y la gente de Posadas que deliraba en el estudio. Pachano puso un poco de paños fríos para apoyar a la pareja derrotada en las tarjetas de los jurados. Polino siguió la misma línea. Pero aún quedaba la consulta popular, el voto de la gente, la definición.

Pero al valer por cuatro, esa decisión final valía más que todas las definiciones del jurado. Los gobernadores José Luis Gioja y Maurice Closs aseguraron los sueños de Unión de Villa Krause y el club 2 de abril de Posadas. Restaba ver el triunfador de la noche, si finalmente seguían la opinión de los entendidos.

La tensión crecía, se esperaba saber qué habían dictaminado los espectadores. 58,94 % de los votos sobre el 41,06% (en total fueron más de 600 mil) llevaron a Tito; y era lo más justo para todos, de acuerdo a lo que incluso la propia Chaves había aceptado.