Obra de culto del llamado Movimiento Pánico que nació como crítica de la razón pura en 1962, en un París revolucionado por la Guerra de Argelia; "Fando y Lis" se estrena hoy a cargo del elenco sanjuanino Sobretabla con el fin de retratar la "no comunicación" y las relaciones humanas en la actualidad.
Esta pieza de autoría del español radicando en Francia Fernando Arrabal -uno de los fundadores del colectivo llamado así en referencia al nombre del dios Pan- llegó a la pantalla grande en 1968 de la mano del filósofo y realizador chileno Alejandro Jodorowsky -otro de los creadores de este grupo junto al pintor y actor Roland Topor- como una de las más brutales manifestaciones cinematográficas con la que estos pensadores y artistas querían hacer pública una propuesta considerada de vanguardia para la época, que incluía tres elementos básicos: terror, humor y simultaneidad.
Su dramaturgia, que oscila entre lo trágico y la comedia del absurdo, y las acciones violentas del teatro de la crueldad; son dos elementos claves que utiliza el elenco para narrar el viaje que emprende una pareja de marginales. Perdidos en una marcha inútil, desesperada, insensata, ambos buscan la ciudad de Tar, símbolo de paz y alegría.
Aquí, los protagonistas son Lis -una joven paralítica- y Fando, su novio; quienes se cruzarán con Namur, Mitaro y Toso; tres personajes que persiguen igual meta. Pero Tar no es Tar, sino una metáfora de " los anhelos, las utopías, la búsqueda en la que nos sumergimos sin llegar a ningún lado", según señala Andrea Gentili. La actriz tiene a su cargo la figura central femenina dentro del reparto que se completa con Juan Becerra como Fando, Virginia Martínez como Namur, Laura Villaflor como Mitaro y Leandro Martínez como Toso, todos bajo la dirección de la también actriz Rosita Yunes.
El montaje tiene momentos "fuertes", no apto para menores y, según agrega Gentili para mantener el misterio, "la idea es hacer reír con una risa que provoca culpa y llanto".

