Drew Barrymore padeció depresión posparto tras el nacimiento de su hija Frankie, de 17 meses, pero confesó que no sufrió este problema con Olive (de 3). "No tuve posparto la primera vez, por lo que no lo entendía. Pero la segunda vez ya entendí de lo que la gente hablaba. Realmente me sentí mal", explicó la actriz de 40 años, que debió realizar cambios en su vida laboral para adaptarla a su maternidad.
