Realizada por el logro histórico de ser la primera cantante sanjuanina que será parte del Coro Polifónico Nacional de Ciegos Carlos Roberto Larrimbe perteneciente al Ministerio de Cultura de la Nación, Fátima Garro se siente "en las nubes", según expresó a corazón abierto a DIARIO DE CUYO; un sueño altamente anhelado en su carrera artística.

"Para ingresar uno tiene que manejarse de manera independiente y sobre todo, saber", afirmó sin medias tintas sobre las condiciones que tuvo que sortear, que incluye conocimientos en Braille, el sistema táctil que permite leer y escribir también partituras, técnica musical y solfeo.

"Aquí no entra gente todos los años, esto se da cada 4 o 5 años. No es sólo saber cantar, es mucho más difícil", mencionó esta voz soprano que hizo su audición en Buenos Aires, en la sede coral de la entidad, donde tuvo una charla individual con el director Osvaldo Manzanelli acerca de su formación musical, se sometió a pruebas de vocalización e interpretó una obra a su elección, momento para el cual eligió Manifiesto, de Víctor Jara, por "su mensaje a favor de la libertad y en contra de las guerras". 

"No estaba nerviosa porque ya concursé una vez, podés entrar para cantar o como copista, yo entre en lo primero", dijo respecto a la prueba que transitó por segunda vez, después de su bautismo de fuego en 2018. Si bien, no logró ingresar aquella vez, quedó "muy cerca" y para ella fue una grata experiencia que supo revertir con perseverancia, ganando un lugar en la prestigiosa formación creada en 1947 y compuesta por 46 coreutas ciegos o con un porcentaje avanzado de disminución visual que ejecutan un repertorio clásico y popular.

En esta oportunidad, Garro será parte de una camada de 11 nuevos artistas que se sumarán a la institución, provenientes de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Río Negro, entre otras provincias, en busca de un futuro profesional. Ansiosa por el inicio de la temporada 2022 pero con pie de plomo, Garro repite como un mantra que deberá esperar hasta que "salga el nombramiento" para recién respirar tranquila. 

"Es una fuente laboral interesante para los músicos ciegos del país y del extranjero, tanto como la Banda Sinfónica de Ciegos, porque Argentina es pionera con estos organismos del Estado. En ese tiempo, espero que nos llamen para rendir y quedar estable. Voy con todas las expectativas y esperanzas de quedar en planta permanente", afirmó ilusionada sobre la conquista de este contrato por 6 meses de trabajo, "posiblemente renovable", como añadió. 

Paralelamente, la primera egresada no vidente como Intérprete Musical en Guitarra del Departamento de Música de la UNSJ en 2021, continuará estudiando Educación Musical en la Universidad de las Artes con el objetivo de obtener una licenciatura. Además, recibió la propuesta de trabajar en el Instituto Nacional de la Música (INAMU) para realizar durante 3 meses una estadística de músicos ciegos en Argentina. "Allí, analizaré cuántos son formadores en musicografía", explicó acerca de una tarea que recibe "poca difusión", según las palabras de quien se considera "la única en San Juan que sabe musicografía".

"No quedará nadie cuando me vaya. En Buenos Aires, quiero dedicarme a enseñar herramientas fundamentales para nosotros. La mayoría toca de oído y hay que fortalecer el Braille en las provincias, algo que se está perdiendo por el avance de la tecnología. Hay que fomentarlo", planteó preocupada al respecto, pero contenta por el desafío de poder aportar un granito de arena para modificar la situación desde la capital del país.

"Ser la primera representante mujer ciega en llegar a un coro de esta trayectoria me da mucho orgullo. Anterior a mí, estuvo el solista José Luis Molina, que falleció en un accidente, un gran profesional. Es muy loco lo que me está pasando, voy a tener muchas actividades, hasta podría actuar y generar acciones. El tema es que tengo que pensar cómo voy a cubrir el alojamiento y los viáticos, hice los trámites en el hogar de ciegos de ASAC pero necesito el respaldo de un organismo que me ayude con la financiación. Algunas cosas pude dejar en la casa de Carlos Cabrera, pianista ciego que es mi padrino musical y fue miembro de la Sinfónica y del Polifónico de Ciegos", apuntó solicitando también colaboración para su estadía en Buenos Aires, la coreuta que cumplió 27 años el pasado 23 de febrero, "feliz" ante la nueva etapa que pone en marcha.