Rafael Nadal tiene 714 publicaciones en su cuenta de Instagram y solo en dos subió fotos a solas con Maria Francisca Perelló, su compañera desde hace 14 años. Una es del 23 de octubre de 2015 en Basilea y la otra del 7 de noviembre de 2016 en Sainte-Agnès. También aparece en otras tres: con familiares en la fiesta de Año Nuevo de 2016, con amigos en una playa en 2017 y con el rey Juan Carlos y la reina Sofía en julio de este año. Pero, ¿quién es Xisca, la mujer que el 19 de octubre se transformará en la esposa del tenista español?

Nació el 7 de julio de 1988, dos años después que Nadal. Y en el mismo lugar: Manacor, al este de la isla de Mallorca. Su padre es el constructor Bernat Perelló y su madre, María Pascual, funcionaria del Ayuntamiento. Y el colegio de monjas La Pureza de María, el lugar que la conectaría para siempre con Nadal. Es que allí Maria Francisca conoció a María Isabel o simplemente Maribel Nadal, la hermana de Rafa, y quien se encargó de presentarlos.

El noviazgo entre Maria Francisca y Rafael comenzó cuando eran adolescentes. "Rafa y Xisca empezaron su relación en algún mes del año 2005. En sus primeras citas, y como él aún no era tan conocido, se mostraban juntos y cariñosos por la calle", le contó una vecina al diario español El Mundo en una nota publicada en 2014.

Mientras Nadal viajaba por el mundo y ganaba su primer Roland Garros, Mery se embarcaba en un noviazgo a distancia. No dejó Mallorca y allí, en la Universitat de les Illes Balears (UIB), estudió Administración y Dirección de empresas sin que nadie supiera que su novio era el mejor tenista de España. "Estaba obsesionada con esconder quién era su pareja, 'no digas a nadie de quién soy novia', nos pedía", relató uno de sus profesores de la carrera. Compartía un piso con una compañera en Palma y todos los días viajaba en subte a la facultad.

Cuando se recibió, se insertó en el mundo laboral: durante los meses del verano español de 2010 hizo prácticas en el departamento de comunicación de Endesa (Empresa Nacional de Electricidad Sociedad Anónima), en Palma de Mallorca. Sus superiores de entonces la califican como "discreta, comprometida y accesible, además de puntual".

Ese mismo año se mudó a Londres para trabajar en IMG, una empresa deportiva ligada a Nadal. Su búsqueda allí fue especializarse en esponsorización, patrocinio y marketing deportivo. A la capital inglesa regresó un año después para trabajar en Mapfre, empresa con la que había colaborado durante la Copa del Rey de Vela en el Real Club Náutico durante el verano de 2011 en Palma.

Con esa experiencia, y tras ocho años de noviazgo con el tenista, llegó a la Fundación Nadal en 2013 como responsable de los proyectos de integración social, primero, y luego fue nombrada Directora de Estrategia y Relaciones Institucionales. Allí, colabora estrechamente con la madre de su pareja, Ana María Parera, que es la presidenta de la fundación benéfica.

Gracias a ese rol llegó a los medios, donde no es habitual verla. Le concedió hace un tiempo una entrevista a la cadena radial española Onda Cero, donde solo habló del rol de la fundación. "Trabajamos en tres ámbitos: integración social, atención a jóvenes con discapacidad intelectual y talento. En los jóvenes con capacidades para el deporte llega un momento en que tienen que elegir entre centrarse en este o estudiar una carrera universitaria. Les damos la posibilidad de irse a Estados Unidos, donde la cultura permite combinar ambos aspectos para que no tengan que abandonar ningún área", contó Perelló.

Cada vez que puede, esta joven española que habla español, catalán e inglés acompaña a Nadal en el circuito. Casi siempre está acompañada de su suegra y de su cuñada. Y aunque no posa para los fotógrafos, siempre se la ve sonriente en la tribuna. Sin redes sociales que se le conozcan, mantiene su vida privada oculta al igual que Rafael Nadal. Intentarán, claro, que lo mismo ocurra el 19 de octubre cuando se casen en La Fortaleza de Mallorca y por eso ya les anticiparon a los invitados que no deben llevar celulares. En definitiva, quieren mantener el hermetismo que supieron construir en 14 años de relación.