Con bailarinas super sensuales enfundadas en apretadísimos shorts, El Chico Real suda reggaeton por los poros. Detrás del blin blin de sus relucientes cadenas y anillos, las gafas de sol, la visera y su intocable rosario, se encuentra Alberto Baca, tal es el nombre con el que registraron sus padres a este joven que busca hacer valer este género en los escenarios de San Juan (este sábado estará en La Roca de Jáchal), que desea formar parte de la Fiesta del Sol próxima y en enero lanzará su segunda placa Flow Flashion vol. 2.
Pero su historia comienza en Estados Unidos, donde emigró con sus padres cuando tenía 12 años buscando salvataje económico. A los 18, se independizó. Para mantenerse, trabajó en un negocio de motos y en un estudio de grabación. Allí, haciendo pistas musicales, le empezó a picar el bichito por la música. Sólo, sin profesores ni academias, empezó a probar el swing del ritmo que nació en Puerto Rico en los "70 para tomar los barrios latinos de Estados Unidos.
Su bautismo de fuego llegó hace 2 años. Papá de Panchito, su único hijo de 5 años, en 2009, el muchacho no aguantó la distancia que los separaba y decidió volver a sus pagos para estar más cerca de él. Acá continúo su oficio de productor, acondicionó un estudio en su casa y se puso a realizar grabaciones para artistas sanjuaninos. Y, sin querer, el destino lo puso del otro lado, arriba de las tablas.
‘La gente de Costa Magna me contrató para que les hiciera un clip y lo hice a ritmo de reggaeton porque era lo que estaba sonando. Un día, ellos me pidieron que fuera a cantar, yo tenía 4 temas que iba guardando porque no me animaba a cantar, y ese fue mi debut’. Así, recuerda sus primeros pasos, el cantante que todos los fines de semanas gira por boliches céntricos y de zona alejadas de la provincia con su grupo de "brothers" (en la foto): sus bailarinas Paola Robledo (de 22 años, madre de tres hijos) y Tamara Barrios (22 años, reciente mamá) que calientan la pista con su perreo "cool"; y su segunda voz, Emilio Rodríguez (de 16 años).
¿Quién es?
¿De dónde salió El Chico Real? La anécdota está relacionada con un rosario que cuelga de su cuello desde que era un niño y no sabe bien quién se lo regaló.
‘En Estados Unidos, yo le dije a un dj. que lo único real era el rosario y lo sostuve fuerte con mis manos, él me dijo: dale chico real y así quedó el apodo’, evoca el reggaetonero de 25 años, sobre las raíces de su chapa artística.
Su actitud sobradora en el escenario, puede provocar que lo tilden de "creído". Sin embargo, él dice que no perdió nunca su humildad.
‘Me gusta que me reconozcan, pero no se me subieron los humos, sigo siendo el de siempre, lo que pasa es que, arriba de un escenario, si no me la creo ¿quién me cree?’, reflexiona el muchacho que es autor de sus propias canciones, cuyas letras le brotan a la madrugada, cuando se apagan las luces de sus conciertos.
Puff Dady, Daddy Yanquee, Lil Wayne son algunos de sus referentes más fuertes en la carrera que empezó a recorrer de manera acelerada y con la que sueña llegar a la cuna del reggaeton: Si llegás a Puerto Rico y te hacés famoso allá, ¡se te abren las puertas del mundo!’, sueña con los ojos abiertos refiriéndose a una posible gira a ese país que gestiona con el productor puertorriqueño Néstor Salomón.
‘Quién sabe lo que me depara la vida ¿no?. Todo puede pasar…’, dice Alberto, mientras se pone en el traje de El Chico Real para las fotos.

