El 15 de enero, alrededor de las 10.30 de la mañana y en el Samuel Goldwyn Theater, se develará el gran misterio. Ese día, la Academia de Hollywood dirá si Relatos Salvajes (Wild Tales, como se la conocerá en Estados Unidos) transitará la alfombra roja como una de las cinco candidatas al Oscar en el rubro Mejor Película Extranjera. Ceremonia que se llevará a cabo el 22 de febrero de 2015 y de la que está a un paso, luego que superara la primera zaranda (de la que participan todas las películas elegidas en sus respectivos países para representarlos) y se confirmara ayer que es uno de los nueve títulos que se disputan el honor de estar entre las cinco mejores películas extranjeras.
Al igual que sus ocho competidoras, el film del joven y talentoso Damián Szifrón llegó a esta instancia luego de que el primer comité de la Academia -que integran cientos de miembros- vieran todos los films de distintos rincones del mundo que se enviaron para participar de esta categoría; etapa que culminó el 15 de diciembre. Ese comité eligió seis películas, a las que se agregaron otras tres seleccionadas por el Comité Ejecutivo, que tiene la facultad de incluir cintas que a su criterio, no merecían quedar fuera.
¿Lo que sigue? Esas nueve entre las que está la argentina pasarán -desde el 9 al 11 de enero, y a razón de tres por día- por los ojos de otros comités (con miembros de Los Angeles, Nueva York y Londres) que votarán a sus preferidas. Las cinco más votadas serán las candidatas al Oscar; y sólo una de ellas completará la frase "And the winner is…’ y se llevará la dorada estatuilla a casa.
De lograr su candidatura, Relatos Salvajes se convertiría en la séptima película argentina nominada al gran premio de la Industria, luego de El Secreto de sus Ojos (2009, de Juan José Campanella, con Darín), El hijo de la novia (2001, de Juan José Campanella, con Darín), Tango (1998, de Carlos Saura), La historia oficial (1985, de Luis Puenzo), Camila (1984, de María Luisa Bemberg) y La Tregua (1974, de Sergio Renán). Y de ganar, sería la tercera nacional en lograrlo, luego de La historia oficial y El secreto de sus ojos.
Con un elenco de figuras encabezado por Ricardo Darín, la película está integrada por seis historias ambientadas en distintos escenarios: un avión, un parador de ruta, un puente perdido, la ciudad, un barrio residencial y una fiesta de casamiento, unidas por el común denominador de las reacciones violentas, que no parecen tener vuelta atrás. Se estrenó en agosto y aún se exhibe en distintas salas del país, fue un taquillazo desde el día de su estreno. Hoy suma más de 3 millones de espectadores y de llegar a los 3.400.000 (le queda muy poco) sería la más vista en la historia del cine argentino, desbancando a Nazareno Cruz y el lobo, de Leonardo Favio.