Estados Unidos, 3 de enero.- A un mes de la trágica muerte de Paul Walker se supo que el auto en el que se accidentó en la ciudad de San Francisco circulaba a más de 160 kilómetros antes de estrellarse contra un árbol.

"Iba a una velocidad insegura, aproximadamente a 100 millas por hora (que equivalen a 100 kilómetros), sobre la calle Hércules. Por razones que se desconocen el conductor perdió el control de su vehículo y se accidentó", señala el informe de la autopsia que se le hizo al actor.

El documento, además de dar las precisiones médicas sobre las razones de la muerte de Walker, que ya habían trascendido, dio detalles sobre la forma en la que se estrelló. "El coche impactó contra la vereda del lado del conductor y luego con un árbol y un poste de luz. La fuerza de la colisión hicieron que el vehículo girara 180 grados", precisa.

Además el reporte apunta que el policía que llegó primero a la escena aseguró que el Porsche Carrera GT rojo en el que iba el protagonista de la saga Rápido y Furioso "se partió al medio". El cuerpo de Walker fue encontrado en una "posición de defensa", con uno de sus brazos intentando protegerse del inminente desenlace.

A los pocos días del siniestro, ya habían trascendido los primeros datos que ahora se dan en profundidad. Walker no murió en el acto sino como consecuencia de "traumatismos y quemaduras".

El rubio formó una dupla carismática e inigualable con Vin Diesel en la saga de acción de Rápido y Furioso, en la que interpretó a Brian O\’Conner, un detective de incógnito que investiga al líder de una banda de fanáticos de carreras clandestinas, Dominic Toretto, que termina siendo íntimo amigo de él.