Casi una obviedad: el español Joaquín Sabina se presentó el miércoles en La Bombonera y metió a 40 mil fanáticos de un saque. Con el pretexto de compartir su último disco Vinagre y Rosas -un poco excluido del playlist-, el cantante hispano ratificó una vez más su amorío con el público argentino. Su repertorio incluyó más de treinta canciones -donde los bises llegaron con Y nos dieron las 10 y Amor se llama el juego, entre otras obligadas-, un show que duró 90 minutos y el permanente coro multitudinario. Es que su obra -esa entonada con voz ronca y corrompida de vicios- refleja historias de irresistible y apasionante melodrama. Pero Joaquín no estuvo solo. Lo acompañó el dúo rockero Pereza -que abrió el programa y le hizo el aguante en Tiramisú de limón- y el trovador cubano Pablo Milanés -que no cantó y sólo hizo acto de presencia cuando se solidarizó con la tragedia de Haití-. También recordó a notables ausentes como La Negra Sosa y Sandro -entre otros- entonando Con la frente marchita. Así, el show comprimió una muestra válida del fenómeno español -o argentino si prefiere- que recalará el 13 de febrero en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Las entradas cuestan entre $70 y 350 (se pueden comprar por internet, ingresando a www.viaticket.com.ar; o por teléfono al 0261-4764003).