Un año es el tiempo que Melanie Griffith tardaría en eliminar el tatuaje con el nombre de su exmarido, Antonio Banderas, de su brazo. Su divorcio, después de casi una década de matrimonio, puso a los astros en el ojo de la tormenta.
El pasado 6 de junio, fue ella la que puso la demanda alegando "diferencias irreconciliables’ ya que desde hace 2 años tenían problemas, pero la situación se torno grave luego de las fotos del actor con Natalie Burn, la joven ucraniana con la que bailó un sensual tango en el Festival de Cannes.
