El 30 de abril de 2011, Ernesto Sábato moría a menos de dos meses de cumplir 100 años. El escritor se consagró internacionalmente con sus novelas "El túnel" y "Sobre héroes y tumbas"; y tuvo además fuerte participación política durante y después de la dictadura.

Además, tuvo una estrecha relación con la provincia. Fue su ahijada, sanjuanina por adopción, quien se encargó de generar ese fuerte vínculo. Érica Aguilar tenía cuatro años cuando vivía en la vieja casona que Sábato tenía en Santos Lugares. Es que la madre de Érica era la empleada doméstica del escritor.

Un día la nena le preguntó si quería ser su papá a lo que el escritor, sorprendido, le contestó: “soy viejito para ser tu papá, pero si querés puedo ser tu padrino”. Y así comenzó todo. Esa relación hizo que Sábato llegara en 2003 para inaugurar uno de los comedores infantiles de su fundación para ayudar a niños de escasos recursos.

Sábato, junto a Érica en su infancia.

Fue un 25 de Mayo, día en el que Néstor Kirchner juraba como presidente  de la Nación. De hecho, el novelista estuvo invitado a la asunción, pero no pudo asistir por su compromiso con los chicos de La Bebida. Allí inauguró “El Fogón”, ubicado en el Lote Hogar 30. Incluso, el príncipe de Felipe de Asturias tuvo que reprogramar un encuentro que tenía con el escritor para ese fin de semana.

'El Fogón', ubicado en La Bebida.

Al ser consultado sobre por qué eligió San Juan, fue contundente: “Fue por conocer aquí a una persona muy responsable y capaz, Érica Aguilar, a quien quiero mucho. Es indispensable que quienes dirijan los fogones sean de absoluta confianza, honestidad y gran sentido de humanidad.

Lamentablemente, con el correr de los años, el comedor fue arrasado por vándalos, que no le dejaron ni las ventanas.

Esa misma noche recibió el Honoris Causa otorgado por la Universidad Nacional de San Juan. Lamentablemente, fue con escándalo. Es que se entregaron 200 invitaciones más de lo que la capacidad del Auditorio permitía. Hubo empujones y hasta trompadas.

Durante la entrega del doctorado Honoris Causa.

Afortunadamente, en el homenaje que se le hizo en horas de la mañana en la Facultad de Filosofía, el escritor recibió el afecto de los sanjuaninos. Allí fue recibido por cientos de alumnos y docentes que querían saludarlo.

Antes de esa visita, en 1999, el creador de “El Túnel” se presentó en un Auditorio Juan Victoria colmado. Junto a Eduardo Falú, recitó el ‘Romance de la muerte de Juan Lavalle’ para unos 1500 sanjuaninos que lo ovacionaron a rabiar. Hubo gente en los pasillos e incluso muchas personas quedaron afuera.

Sábato junto a Falú, en un Auditorio colmado.

Esa noche sorprendió a todos que en una mesita ubicada sobre el escenario tenía una copa con vino. “Algunos toman agua, pero el agua es para otra cosa, es para lavarse”, dijo despertando las risas de los espectadores.

Durante esa visita, que se extendió por tres días, Sábato evitó hablar con la prensa. En realidad lo hizo, pero sin grabadores de por medio. “No tiene sentido que me hagan una entrevista a esta altura. Todo lo que tengo para decir ya lo he repetido hasta el cansancio”, explicó.

En una de sus visitas a la provincia.