Eduardo Becerra es discapacitado y llegó desde Albardón para hacer rodar su corazón desde su silla, junto a su compañera Carolina Russo al ritmo de Alfonsina y el mar, canción que interpretó la Camerata San Juan especialmente invitada para ejecutar parte de su repertorio y poner su música al servicio de algunas de las coreografías. La pureza y expresividad de Eduardo, en sus gestos y movimientos, en cada nota, en cada cuadro; puso la piel de gallina a los espectadores. Fue quizás uno de los momentos más conmovedores de la maratónica jornada que se realizó en homenaje al Día Internacional de la Danza, el sábado pasado, en la explanada del Centro C. Conte Grand. El espectáculo organizado por la Red Integral Privada Educativa (RIPE) junto al Gobierno de la provincia, contó con la actuación de unos 500 bailarines y coreógrafos de 22 instituciones de la entidad y de 30 institutos y compañías invitadas. Adultos, adolescentes y hasta las más chiquitas mostraron su talento para ternura de la concurrencia. Del ballet al flamenco y las danzas regionales de España, del candombe a las danzas mexicanas y desde el folclore al árabe, pasando por ritmos urbanos y el tango; todos los rubros subieron a escena. Así, se rindió tributo a este arte -un día después de la fecha instaurada por la Unesco en 1982 en honor al coreógrafo Jean G. Noverre-, desde las 17 y hasta altas horas de la noche, con color, agilidad y virtuosismo, para la gran cantidad de familias que se convocaron en el predio.