La ‘misa’ de siempre, pero distinta. Más de 150 mil almas se agitaban esperando al gurú, en el primer show del año, que sucedió al de 2014 en Mendoza. El Hipódromo de Tandil hervía, cuando Carlos ‘El Indio’ Solari salió a escena y la multitud entró en éxtasis. Sin embargo, las primeras palabras de Solari llegaron sin música y en clave de revelación. ‘Anda circulando una versión de que estoy enfermo y es verdad, Mr. Parkinson me está pisando los talones, pero acá estoy, les aseguro que no me voy a bajar tan fácil de un escenario’, confesó, cerrando las especulaciones que dieron vueltas desde 2015, cuando contó que padecía ‘una grave enfermedad que no es ni cáncer ni Sida’, pero que sentía dolor. Entonces sí, tras la confesión que no hizo más que disparar la buena vibra de la masa ricotera, echó a andar un show que culminó pasadas las 23, y en el que un par de veces salió de escena para recuperarse. El recital, donde presentó nueva banda (Martín Carrizo en batería, Fernando Nale -ex Cerati- en bajo, Gaspar Benegas y Baltasar Comotto en guitarras y Pablo Sbaraglia en teclados), abrió con Nuestro amo juega al esclavo y tuvo más (y muy celebrados) temas ‘redondos’. Un regreso que varios fans calificaron de antología.