De cara a las fiestas de fin de año, Guillermo González Sevilla regresó a su tierra natal para pasar esta Navidad con parte de los suyos, para reencontrarse con sus raíces, para cerrar ciclos y abrir otros. Probablemente deje la provincia antes de fin de año, pero no quiso hacerlo sin buscar un momento para reunirse con quienes, como él, abrazaron el mundo de la danza y del arte en general. Actual solista del Ballet Nacional de Sodre de Uruguay, adonde ingresó en 2011 tras formar parte del Ballet Metropolitano, del Ballet Argentino, del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, del Ballet de Santiago del Teatro Municipal de Chile y de la Compañía de Ballet Concierto, de Puerto Rico; el también coreógrafo y docente de 37 años de vida, nieto de la recordada Nebita Alladio -creadora del estudio Pavlova, donde dio sus primeros pasos hace 30 años- tendrá un encuentro con bailarines de la provincia hoy en el Studio Uno (ver aparte). Será "un compartir experiencias", como prefiere llamarlo quien supo interpretar obras de Nacho Duato, Jirí Kílian, Mauricio Wainrot, Oscar Araiz y William Forsythe, entre otros; que el año pasado, junto a la compañía uruguaya dirigida por María Riccetto, cosechó calurosos aplausos con La Tregua en el Teatro del Bicentenario. 

"De verdad amo San Juan y me gusta venir a mi ciudad, de momento a dar y recibir muchos abrazos", dijo a DIARIO DE CUYO el destacado bailarín, quien hizo un pantallazo de estas tres décadas de trabajo, de un sueño hecho realidad y de un horizonte que empieza a vislumbrar. 

– Visita para cargar pilas, pero la danza tira…

– Sí, sentí el deseo de hacer esto, de compartir, de contar cómo veo yo la danza, lo que creo, lo que hago… con bailarines y también con otras personas que estén interesadas. También voy a responder preguntas si las hay, claro, porque es como una charla. Alejandra (Lloveras) me brindó su espacio, es muy generosa; y creo que va a ser una instancia hermosa de mucho compartir, porque si el conocimiento y la experiencia no son para compartir, entonces no sirven para nada. 

– Una experiencia de tres décadas que ha sido exitosa, pero con todo lo que implica…

– Sí, como que me he dado cuenta que bailo hace 30 años (risas), porque con 7 años le dije a mi madre, luego de ver un video de (Fernando) Bujones, que yo también quería bailar como él. Ahí me llevaron a estudiar, mi primera profesora fue mi madre, Mónica; la segunda fue mi tía Beatriz y la tercera fue Nebita Alladio, mi abuela, que me entrenaba personalmente y me forjó; que me convirtió en el artista que soy y es gracias a ella que me volví un sanjuanino que triunfó en el extranjero, que consiguió un cargo destacado y viajó por los cinco continentes, solo a través de la danza. 

– ¿Qué ha significado la danza para vos?

– Orden, armonía y equilibrio, también para mí como persona, como ser humano. Me he dado cuenta que la danza ha sido un lugar donde poder existir. Hace 30 años que existo en el mundo del ballet y entonces estoy listo para existir fuera del mundo de la danza…

– Suena a transición y no es raro a esta edad… ¿Te pasa?

– Pasa y cada vez más temprano, pero yo no puedo hablar de lo que vaya a hacer en el futuro porque estoy muy parado en el ahora, soy bailarín, solista del Ballet Nacional de Sodre y docente de la Escuela de actuación, música y danza en Montevideo y trato de no proyectar tanto para no ponerme ansioso, porque hace que a veces no me de cuenta que estoy viviendo un sueño, que trabajo de lo que más amo y por ahí me pierdo un poco de disfrutar… pero puede ser que esté atravesando un momento de transición profesional. 

– ¿Te inquieta?

– No, porque en la compañía he llegado a lo más alto que yo puedo llegar como bailarín, que es ser un bailarín solista y destacado, porque con 37 años sigo haciendo roles de principal. Tengo una directora extraordinaria que me sigue dando oportunidades y si hay alguien a quien le agradezco hoy es a ella, obviamente también a Julio (Bocca) y a Igor Yebra, que también me enseñaron muchas cosas. Pero además siempre hice otras cosas, por eso apenas entré a la compañía de Julio terminé el secundario a distancia, luego estudié literatura, introducción a la cinematografía… vivo leyendo y aprendiendo de todo… Y para cuando llegue el momento tengo un montón de proyectos, armar una compañía de personas adultas, un espectáculo fabuloso que quiero hacer, un libro que está avanzado, estudiar idiomas… El año próximo quiero empezar la Licenciatura en Gerencia y Administración… 

– ¿Te queda algo pendiente como bailarín?

– Algunos sueños no sé si puedan ser cumplidos, pero los tendré por siempre, uno es ser parte de la Batsheva Dance Company de Israel, de Ohad Naharin, pero aunque me lo ofrecieran, imagínate que es muy difícil irme en estos momentos. De hecho me enteré que había audición, mandé mail, me llegó toda la info, pero elegí a mis hijos, que viven en Uruguay. Estoy en momento de espera, de escucha, de mucha apertura.

– Siempre vinculado al arte…

– Fijate que mi primer acercamiento al arte fue por al música, porque en casa de mi abuela materna se escuchaba mucha ópera, por eso tengo buen oído… Hay otras ideas también, pero sé que pertenezco al arte y cuando alguna vez por distintos motivos pensé hacer otra cosa, me agarró de los pelos y me puso en un lugar mejor del que estaba, siempre ha sido así. Siempre se me abrieron puertas en la danza, entonces siento que le debo a la danza, que es el área que conozco desde que nací, mucho más que 30 años.

 – ¿Y cómo te sentís? 

– Siento que tranquila, delicada y muy respetuosamente estoy cerrando puertas, pero se me están abriendo otras… También quiero ayudar a otras personas a reinventarse a sí mismas… Si me tengo que definir, soy el CEO de mi propia vida, soy el director ejecutivo de mi vida, que es mi empresa. – ¿Satisfecho con lo logrado hasta ahora?

– Sí, y gracias a mucha gente, la lista de nombres es infinita. Uno se da cuenta que solo no puede todo, que necesita muchas manos, muchos que sostengan esa escalera que uno va subiendo. Y también te das cuenta que en un momento es uno el que tiene que sostener la escalera, para que otros suban.

 

 DATO 
Encuentro con Guillermo González Sevilla. Hoy, 10 hs, Studio Uno (Santiago del Estero 135 sur) $2000. Correo pajaroenllamas@gmail.com